La crisis en Venezuela volvió a acaparar la atención de líderes latinoamericanos en el segundo día de debate de la 73 Asamblea General de la ONU el miércoles en Nueva York.
El presidente de Colombia, Iván Duque, quien ha venido alzando su voz para que las naciones pongan presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, dijo en la ONU que "la dictadura" venezolana está mandando al destierro a venezolanos, incluyendo a sus niños.
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"Colombia en menos de dos años les ha abierto las puertas a casi un millón de hermanos venezolanos (...) Estamos viviendo la crisis migratoria y humanitaria más indignante de la historia reciente de la región por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades", dijo Duque.
El mandatario expresó que la libre determinación de los pueblos no puede ser manipulada para convertirse en la libre determinación de los opresores.
"El mundo debe actuar y debe unirse para que este éxodo trágico llegue a su fin y un pueblo pueda ver florecer la esperanza. Este es un reto global, el fin de la dictadura, el retorno a la democracia y la plena libertad que es el único camino posible", enfatizó.
También el miércoles, Duque estuvo entre los presidentes que suscribieron una carta de denuncia contra Maduro dirigida a la Corte Penal Internacional (CPI).
Firmaron la misiva Colombia, Argentina, Canadá, Chile, Paraguay y Perú, así como Canadá. En el texto piden investigar abusos cometidos por el gobierno de Maduro que atentan contra los derechos humanos en su país.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aludió también a Venezuela, indicando que en breve anunciará medidas humanitarias a favor de los venezolanos que llegan a su país.
Varela también se refirió al caso de Nicaragua, instando al gobierno de Daniel Ortega a que retome el diálogo para que pare la violenta crisis que ha dejados muerte y dolor en la nación.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, aludió en la ONU a los logros de su país
“Uruguay no es ni será un país perfecto, pero trabaja día tras día para avanzar sin que ninguno de sus habitantes quede atrás”, dijo Vázquez en la ONU.
El presidente cubano, Miguel Díaz Canel, aprovechó su primer discurso en la ONU para denunciar el embargo comercial que aplica EE.UU. a Cuba desde hace medio siglo y reiteró su apoyo al gobierno de Venezuela, su principal aliado político y económico.
Por su lado, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, también abordó la crisis en Venezuela ante la ONU, alegando que es un tema que el mundo no puede seguir dejando pasar por alto.
Con Venezuela en la agenda
Venezuela sin duda fue un tema de apertura de esta Asamblea General. La situación que afronta los miles de personas que cruzan la frontera fue objeto de atención por parte de Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Argentina, Perú y Paraguay el primer día del encuentro.
El ecuatoriano Lenín Moreno expresó que su país recibe unos 6.000 venezolanos diariamente. “Mujeres embarazados y niños. Los niños llegan con sarampión, con difteria, con poliomielitis”.
El peruano Martín Vizcarra condenó “la ruptura del orden constitucional”, diciendo que las elecciones del 20 de mayo “carecieron de las garantías mínimas de un proceso electoral libre, justo, transparente y democrático”.
“Más de un millón de venezolanos dejaron su país en busca de nuevas condiciones de vida”, señaló el brasileño Michel Temer. “Brasil recibió a todos los que llegaron, decenas de miles, y procuramos dar toda asistencia”.
Agregó que la solución al éxodo venezolano “vendrá cuando Venezuela encuentre el camino del desarrollo”.
“Hago un llamado a Venezuela para que reconozca la crisis humanitaria para así poder desplegar la cooperación internacional que atienda las fuertes carencias sanitarias y alimentarias de los desplazados”, manifestó el presidente argentino Mauricio Macri.
“Somos parte de una respuesta regional y amplia que busca mitigar las dificultades de millones de venezolanos tras el éxodo de su país, recibiéndolos e integrándolos en la sociedad”.
EE.UU anunció nuevas sanciones contra la primera dama, vicepresidenta, y ministros del país; mientras Argentina y Perú dijeron que llevarían el caso a la Corte Penal Internacional.
En en caso de Guatemala, el presidente Jimmy Morales reiteró su deseo de no prorrogar el mandato de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala porque, a su juicio, violó la constitución política de la República, las leyes y el acuerdo mismo de su creación.
En su último discurso ante la Asamblea General antes de finalizar su mandato, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto defendió el multilateralismo- “la mejor forma de defender la soberanía de cada Estado”- y la cooperación internacional como fórmulas para derrotar a tendencias superadas.
Aseguró que el panorama internacional se muestra proclive a corrientes del pasado que se daban por superadas como invocar a nacionalismos excluyentes, volver a prácticas comerciales proteccionistas, o cuestionar y erosionar el multilateralismo.