Mardonio Mejía, de 65 años, era un periodista muy franco, muy recto. O, al menos, así lo recuerdan sus familiares y sus compañeros del gremio periodístico.
“Él era un tipo muy sincero con su noticiero y decía mucho la verdad, y (que) de pronto haya incomodado a alguien ... pero de pronto no era tampoco como para cometer un crimen, por el hecho que a una persona le digan alguna verdad en la emisora”, dijo su hermano Ramiro Mejía a la Voz de América.
Todavía no han sido esclarecidas las causas de su asesinato, ocurrido en la noche del pasado miércoles 24 de enero. Muchos lo recordarán como “el periodista del pueblo”, el que “felicitaba a su comunidad en su cumpleaños” o el que “denunciaba”, sostiene su hermano.
Lo van a extrañar, y mucho -dice Ramiro- quien lo vio por última vez el día de su muerte, cuando asistieron a una subasta ganadera del municipio de San Pedro, en el departamento de Sucre.
“Estuvimos en la subasta que es San Pedro y ahí compró unos animales y de ahí nos vinimos. Yo cogí para mi casa, él cogió pa' acá, su casa, y al poco rato que estoy en mi casa me llamó una hermana para decirme que unos tipos se habían metido a la casa y le habían hecho unos tiros, que lo tenían en el centro de salud y yo voy hasta allá, hasta el centro y ahí cuando me encuentro que falleció”, recuerda.
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Su hermano no recuerda la fecha exacta en la que Mejía comenzó a ejercer el periodismo, pero dice que eso ocurrió cuando tenía apenas 15 años.
“Hacía prensa escrita y después se dedicó a la radio. Y ahora, últimamente, estos últimos años, estuvo dedicado a la emisora comunitaria que hay aquí en pueblo”, explica.
Mejía dirigía la emisora Sonora Stereo, en San Pedro, una población de no más de 20.000 habitantes. Su día a día comenzaba a las 6 de la mañana, cuando transmitía su programa ‘Amanecer campesino’. “Ahí tenía mucha audiencia aquí en la región... hasta en el exterior lo escuchaban”, recuerda su hermano.
Uno de los periodistas más "icónicos" de la región
El director de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), Jonathan Bock, describió a Mejía como un periodista de larga trayectoria y de notoria visibilidad.
"Era uno de los periodistas más icónicos e importantes en su región”, dijo Bock, aludiendo a la zona norte de Colombia, donde trabajaba hace muchos años.
Bock reconoció que el periodista asesinado “cubría asuntos de todo tipo relacionados con la cotidianidad y con la coyuntura del municipio. Era también, un espacio de denuncia ciudadana, donde también hacía rendición de cuentas a las autoridades”.
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Impacto
La gobernadora del departamento de Sucre, Lucy Inés García, tras el asesinato la pasada semana describió al comunicador como “un ser humano de calidades excepcionales por su liderazgo dentro de la comunidad, por su apoyo a toda el área del campo, del agro, ganadero y, sobre todo, como periodista de una emisora comunitaria que diariamente ejercía una labor comunitaria, como tal, en favor de todas las personas”.
El director de la FLIP indicó que la comunidad está directamente impactada debido a que era la única emisora que tenía ese pueblo. "Esto por supuesto va a dejar un vacío enorme en la información que recibe la gente".
Su muerte, expone Bock, puso fin a “un liderazgo muy importante y muy visible”, argumentando que la comunidad de San Pedro dice “que mataron al periodista del pueblo".
“Estos asesinatos, que generan una conmoción y que afectan profundamente al periodismo, entendiéndolo también no solamente como la posibilidad de transmitir información, sino que la ciudadanía reciba información”, afirmó.
Por el momento, dijo el hermano del periodista asesinado, no se sabe qué va a pasar con la emisora.
“No sólo se acalla la voz de Mardonio [Mejía] sino que se genera un fenómeno de autocensura, tal vez en otros periodistas de la región, y eso va en contra de las posibilidades de la comunidad de expresarse, de informarse, de mantener activo el debate ciudadano”, dijo a la Voz de América el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Carlos Jornet.
Además expresó que hechos como este no solo “conmociona”, sino que “genera un posible riesgo de un silencio informativo que es realmente preocupante, más en sociedades que son de por sí violentas”.
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Colegas lamentan su partida
El gremio también lamentó el asesinato del periodista. Manuel Morón Arrieta, presidente del Colegio Nacional de Periodistas en Sucre, al que pertenecía Mejía, lamentó la muerte y pidió protección para los periodistas de esa región del país. “Hay antecedentes de asesinatos y de amenazas contra los periodistas".
“A los familiares del compañero Mardonio Mejía Mendoza, resignación y, al compañero, paz en su tumba, y que Dios lo tenga en su santa gloria”, dijo Morón Arrieta a través de un video publicado en las redes sociales del Colegio.
Luz Elena Turcios, presidenta de la Asociación de Comunicadores Sociales Periodistas de Sucre, hizo un llamado “a las autoridades a que aceleren las investigaciones" de lo que calificó un "vil asesinato”.
“Exhortamos a toda la sociedad, en especial a los grupos alzados en armas, a que respeten el libre derecho de informar a la libre expresión. Hoy este hecho no solo enluta a una familia, sino que enluta a todo un gremio, a nivel nacional”, agregó.
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Ramiro dijo a la VOA que la muerte de su hermano lo tomó por sorpresa, pues “él no tenía enemigos” y nunca le habló de alguna amenaza.
Sin embargo, la FLIP indicó que tienen registro de unas primeras amenazas que recibió hace algunos años, y otras posteriores que no había oficializado. Otra hipótesis que manejan las autoridades es que pudo haber sido víctima de extorsiones, en otro campo donde también se movía: la ganadería.
Lo importante por ahora, estimó Bock, es entender que en el departamento de Sucre ha sido punto de "asesinatos selectivos” y no solo este año, sino a finales del 2023. “Hay un contexto de violencia que, por supuesto, también pone un escenario más complejo para saber qué fue lo que determinó su su su asesinato”, afirmó el director de la FLIP.
Gracias a la colaboración de la comunidad, quienes alertaron a la Policía, el jueves pasado fue capturado el presunto responsable de la muerte de Mejía, identificado como Ledinwit Yesith Díaz Mercado, de 49 años de edad. Ese mismo día, la gobernadora del departamento ofreció una recompensa de hasta 20 millones de pesos para aquel que brinde información que permita esclarecer el homicidio.
Según la FLIP, 167 periodistas han sido asesinados desde 1976, incluyendo uno en 2023, y uno en lo que va de 2024. La Fundación también registra amenazas a 131 comunicadores en el país. Los resultados evidenciados en el Índice Chapultepec, del año pasado, Colombia se clasificó en la categoría de “restricción de la libertad de prensa y de expresión”.
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