Ante lo complicado que puede resultar descubrir si hay vida en otro planeta, que muy probablemente se encuentre a millones de años luz de nosotros, un equipo internacional de astrónomos encontró una nueva técnica que consiste en observar la luz, reflejada en el satélite natural de cada planeta.
Apoyados en un telescopio de largo alcance ubicado en el desierto de Atacama, en Chile, los científicos iniciaron un proceso de observación del reflejo que proyecta la tierra sobre la Luna, y descubrieron que la luz reflejada se polariza en diferentes gados y colores dependiendo la superficie de donde provenga (Agua, hielo, nubes o tierra).
En el caso de la Tierra, el reflejo en la luna evidenció la existencia de una atmósfera parcialmente nubosa y que de acuerdo al comportamiento de las nubes en su cobertura, había lugares con vegetación y océanos.
Este descubrimiento científico permitirá, en un futuro, realizar el mismo estudio para determinar si existe vida en otros planetas sin tener que ir hasta ellos. Sin embargo, la luz de un exoplaneta que se encuentre a mayor distancia, será más difícil de analizar debido a que puede ser eclipsada por resplandor de la estrella que lo esté iluminando.