A diferencia de competidores de otras disciplinas deportivas en el mundo entero, los atletas olímpicos en EE. UU. no reciben apoyo directo del gobierno.
Para los atletas estadounidenses, los sueños de lograr la gloria olímpica por lo general también incluyen buscar dólares. En Estados Unidos, el gobierno no proporciona apoyo a la formación de los atletas olímpicos de grueso calibre, por lo que algunos deportistas de elite han desarrollado ideas creativas para recaudar fondos.
Para el corredor de los 800 metros Nick Symmonds, el camino a Londres pasa por Kansas, Filadelfia y Los Ángeles, donde los atletas se estarán entrenando antes de que el equipo olímpico de Estados Unidos se concentre en Eugene, Oregon, en junio.
En el encuentro de Kansas, Symmonds terminó metido en una polémica porque llevaba un tatuaje temporal en su hombro. Pero más allá, la polémica se generó en torno a que el deportista estaba alquilando su hombro para llevar en él pauta publicitaria y así financiarse.
"En realidad presenté mi hombro para una subasta en eBay en enero pasado", dice Symmonds," con la gran intención de crear conciencia sobre la lucha por la que atraviesan los atletas y como tratan de sostenerse para sobrevivir y prepararse para su sueño Olímpico".
Según confirmó el deportista, recientemente la agencia de márketing de Wisconsin Hanson Dodge Creative compró el anuncio sobre su hombro por la suma de $11,100 dólares.
"Era mucho más que lo que alguna vez pensé que el espacio de mi hombro izquierdo valdría", dijo Symmonds.
Esta subasta es una de las iniciativas más creativas de los jóvenes estadounidenses que sueñan con los Olímpicos. En algunos aspectos, para Symmonds, eso es mejor que nada, y ahora cuenta con el patrocinio suficiente para entrenar de cara a los Juegos Olímpicos de Londres a tiempo completo.
Otros atletas hacen malabares para distribuir su tiempo entre los entrenamientos diarios, las competencias fuera de sus estados y trabajos de medio tiempo que no los obligue a abandonar su sueño.
En Seattle, el corredor de distancia Rose Wetzel y la atleta Falesha Ankton recientemente organizaron un coctel para recaudar fondos.
"Se sintió extraño tener la amabilidad de un recaudador de fondos para mí mismo y para mis objetivos ", señaló Wetzel, destacando que "cada vez más gente dijo que era una gran idea y que querían apoyarnos".
Wetzel también donó un tercio de los beneficios de las bebidas especiales y los sorteos a las Olimpiadas Especiales.
Por su parte, Norris Frederick, un destacado estudiante de la Universidad de Washington, espera obtener su cupo para viajar a Londres y participar en salto de longitud. Su gancho para obtener fondos fue una subasta de citas con celebridades. Cada quien podía ofertar para salir con él, con otros atletas famosos de la escuela, o con alguna de las chicas del equipo de futbol femenino que se exhibieron en ropa interior.
No hay ropa interior en la página del lanzador de jabalina Cyrus Hostetler, pero hay grandes bíceps y muchos músculos. El sitio web promueve su búsqueda Olímpica y solicita donaciones.
"Algunos atletas patrocinados tuvieron que hacer esto", dice Hostetler, resaltando que "ellos tienen todo el equipo que necesitan. Pero cuando estás tratando de hacer tu propia marca en la historia y hacer grandes tiros, tienes que encontrar tus propios medios. He estado tratando de hacer esto por mi propio sitio web”, declara el deportista.
El portavoz de Comité Olímpico de EE.UU., Mark Jones, dice que los atletas estadounidenses a veces tienen que ser más creativos que otros para apoyarse, pero considera que el equipo no está en desventaja.
"Es difícil de argumentar que nuestro sistema esté roto cuando nuestros equipos han sido tan acertados como ha sucedido en los últimos cuatrienios " recalcó Jones.
El funcionario afirma que no ha oído de ningún atleta americano que haya tenido que hacer lo que hizo el corredor de Tonga, en el Pacífico Sur, quién se cambió el nombre por el de su patrocinador, Bruno Banani, una marca alemana de ropa interior y vestidos de baño.
Para el corredor de los 800 metros Nick Symmonds, el camino a Londres pasa por Kansas, Filadelfia y Los Ángeles, donde los atletas se estarán entrenando antes de que el equipo olímpico de Estados Unidos se concentre en Eugene, Oregon, en junio.
En el encuentro de Kansas, Symmonds terminó metido en una polémica porque llevaba un tatuaje temporal en su hombro. Pero más allá, la polémica se generó en torno a que el deportista estaba alquilando su hombro para llevar en él pauta publicitaria y así financiarse.
"En realidad presenté mi hombro para una subasta en eBay en enero pasado", dice Symmonds," con la gran intención de crear conciencia sobre la lucha por la que atraviesan los atletas y como tratan de sostenerse para sobrevivir y prepararse para su sueño Olímpico".
Según confirmó el deportista, recientemente la agencia de márketing de Wisconsin Hanson Dodge Creative compró el anuncio sobre su hombro por la suma de $11,100 dólares.
"Era mucho más que lo que alguna vez pensé que el espacio de mi hombro izquierdo valdría", dijo Symmonds.
Esta subasta es una de las iniciativas más creativas de los jóvenes estadounidenses que sueñan con los Olímpicos. En algunos aspectos, para Symmonds, eso es mejor que nada, y ahora cuenta con el patrocinio suficiente para entrenar de cara a los Juegos Olímpicos de Londres a tiempo completo.
Otros atletas hacen malabares para distribuir su tiempo entre los entrenamientos diarios, las competencias fuera de sus estados y trabajos de medio tiempo que no los obligue a abandonar su sueño.
En Seattle, el corredor de distancia Rose Wetzel y la atleta Falesha Ankton recientemente organizaron un coctel para recaudar fondos.
"Se sintió extraño tener la amabilidad de un recaudador de fondos para mí mismo y para mis objetivos ", señaló Wetzel, destacando que "cada vez más gente dijo que era una gran idea y que querían apoyarnos".
Wetzel también donó un tercio de los beneficios de las bebidas especiales y los sorteos a las Olimpiadas Especiales.
Por su parte, Norris Frederick, un destacado estudiante de la Universidad de Washington, espera obtener su cupo para viajar a Londres y participar en salto de longitud. Su gancho para obtener fondos fue una subasta de citas con celebridades. Cada quien podía ofertar para salir con él, con otros atletas famosos de la escuela, o con alguna de las chicas del equipo de futbol femenino que se exhibieron en ropa interior.
No hay ropa interior en la página del lanzador de jabalina Cyrus Hostetler, pero hay grandes bíceps y muchos músculos. El sitio web promueve su búsqueda Olímpica y solicita donaciones.
"Algunos atletas patrocinados tuvieron que hacer esto", dice Hostetler, resaltando que "ellos tienen todo el equipo que necesitan. Pero cuando estás tratando de hacer tu propia marca en la historia y hacer grandes tiros, tienes que encontrar tus propios medios. He estado tratando de hacer esto por mi propio sitio web”, declara el deportista.
El portavoz de Comité Olímpico de EE.UU., Mark Jones, dice que los atletas estadounidenses a veces tienen que ser más creativos que otros para apoyarse, pero considera que el equipo no está en desventaja.
"Es difícil de argumentar que nuestro sistema esté roto cuando nuestros equipos han sido tan acertados como ha sucedido en los últimos cuatrienios " recalcó Jones.
El funcionario afirma que no ha oído de ningún atleta americano que haya tenido que hacer lo que hizo el corredor de Tonga, en el Pacífico Sur, quién se cambió el nombre por el de su patrocinador, Bruno Banani, una marca alemana de ropa interior y vestidos de baño.