El director del FBI, James Comey, dijo ante el Congreso que no cree que la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton haya mentido al FBI sobre el uso de un servidor privado para manejar sus email mientras estuvo en el cargo.
Comey dijo que la investigación encontró evidencia de “gran descuido” en el manejo de información secreta por parte de Clinton, pero no halló pruebas de que ella o su personal discutiera de manera ilegal información clasificada.
El jefe del FBI agregó que solo ha habido un precedente en los pasados 100 años para procesar a alguien por “negligencia crasa” y ningún fiscal “razonable” procesaría el caso.
Comey recomendó no presentar cargos contra Clinton y la recomendación ha sido retomada por el Departamento de Justicia.
El presidente de la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, Jason Chaffetz, argumentó que mezclar asuntos privados con asuntos oficiales usando un servidor privado “no fue un error inocente”.
Chaffetz ha dicho que considera la decisión del FBI “sorprendente y confusa”, puesto que según él, “deja claro que la secretaria Clinton violó la ley”.
“El Congreso y el pueblo estadounidense tienen derecho a comprender la profundidad y amplitud de la investigación del FBI”, añadió.
La fiscal general, Loretta Lynch, también ha sido llamada a testificar el próximo martes ante un panel de la Comisión Judicial de la Cámara, para que explique, entre otras cosas, su reunión “improvisada” con Bill Clinton de la semana pasada.
Los republicanos, incluyendo el presunto nominado presidencial Donald Trump, argumentan que el sistema está “amañado” y que deja la percepción de que los Clinton no se rigen por los mismos estándares que se aplican a otros estadounidenses.
A solo tres semanas de que Clinton acepte formalmente la nominación demócrata a la presidencia y cuatro meses antes de los comicios generales de noviembre, mantener en la palestra el tema la desconfianza hacia Clinton significaría podría traer dividendos políticos a Trump.