Estados Unidos dijo que el candidato opositor Edmundo González derrotó al presidente Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela y pidió negociaciones para garantizar una transición pacífica del poder.
Su secretario de estado, Antony Blinken, citó en X, como prueba:
“Los datos electorales demuestran de manera abrumadora la voluntad del pueblo venezolano: el candidato de la oposición democrática Edmundo González obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones del domingo. Los venezolanos han votado y sus votos deben contar”.
A pesar de que Blinken no reconoció a González como el nuevo presidente, el gobierno de Maduro calificó de “graves” y “ridículas” las felicitaciones de EEUU al opositor, reiterando que un diálogo es posible con los estadounidenses solo si respetan su soberanía y dejen de intentar un golpe de estado.
Entre tanto, el opositor agradeció el respaldo:
“Agradecemos a Estados Unidos por reconocer la voluntad del pueblo venezolano reflejada en nuestra victoria electoral y por apoyar el proceso de restauración de las normas democráticas en Venezuela.”
México definió como un exceso el pronunciamiento de Estados Unidos, mientras que Uruguay, Argentina, Costa Rica y Ecuador este viernes reconocieron a González como el ganador, uniéndose a Perú.
Dina Boluarte, Presidenta de Perú, dijo:
“Nuestra postura firme contra el fraude electoral en Venezuela es un claro ejemplo de nuestros valores.”
Y Brasil…
"Estamos decepcionados por el retraso del Consejo Nacional Electoral en la publicación de los datos".
Así dijo Celso Amorim, asesor especial del presidente Lula, quien estuvo en Venezuela durante las elecciones por encargo del presidente Lula, dijo que Maduro necesita demostrar que ganó.
Por su parte, este jueves Colombia, Brasil y México invitaron a Maduro, en un comunicado conjunto, a publicar las actas electorales.
Entre tanto, los líderes de los comités de asuntos exteriores del Congreso de Estados Unidos y los jefes de las legislaturas de toda Europa se unieron para condenar el manejo del gobierno venezolano de las elecciones. Una rara muestra de unidad destinada a presionar a Caracas para que publique los recuentos de votos completos.