Aumenta la tensión diplomática entre Israel y Estados Unidos, después de que Washington se abstuvo pero no vetó que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara una resolución que pide un alto al fuego inmediato en Gaza durante el mes de ramadán y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.
En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anuló la visita a Washington de una misión diplomática que habría llegado a la capital estadounidense este lunes para hablar con la Casa Blanca de la ofensiva en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
Según Netanyahu, la resolución presionaría a Israel a aceptar un alto el fuego sin la liberación de los rehenes.
En X, dijo:
“Lamentablemente, Estados Unidos no vetó la nueva resolución, que exige un alto al fuego que no esté condicionado a la liberación de rehenes. Esto constituye una clara desviación de la posición consistente de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad desde el comienzo de la guerra.”
La abstención estadounidense rompió un estancamiento de cinco meses, durante el cual Washington vetó varios proyectos para poner fin a la guerra. La Casa Blanca, por su parte, negó que la abstención refleja un cambio en la política estadounidense y dijo que sigue apoyando a Israel.
John Kirby del Consejo de Seguridad Nacional dijo:
“Hemos sido muy consistentes en nuestro apoyo a un alto al fuego como parte de un acuerdo de rehenes. Así es como se estructura el acuerdo de rehenes y la resolución reconoce las conversaciones en curso. Queríamos llegar a un lugar donde pudiéramos apoyar esta resolución, pero debido a que el texto final no contiene un lenguaje clave que creemos que es esencial, como condenar a Hamás, no pudimos apoyarla”.
El impacto de la respuesta de Israel puede ser limitado. De hecho, Netanyahu ha reiterado que, aunque escucharía la posición de la Casa Blanca, la ofensiva en Rafah ocurrirá.
Sin embargo, sigue siendo una dura reprimenda pública al aliado más cercano y poderoso de Washington, a pesar de que Estados Unidos no define la situación como una crisis diplomática y no excluye otros encuentros más adelante.