Las autoridades han identificado al hombre armado que mató a 12 personas el miércoles por la noche, durante un ataque a un bar y club de baile, del sur de California como Ian David Long, de 28 años.
El tiroteo masivo ocurrió después de que Long habría ingresado armado con una pistola y posiblemente con una bomba de humo al Borderline Bar & Grill en la ciudad de Thousand Oaks, 40 millas (64 kms) de Los Angeles. El club organizaba un evento de "noche universitaria" en un bar de música country en el momento del tiroteo.
El alguacil del condado de Ventura, Geoff Dean, dijo a los reporteros que Long era un ex infante de marina estadounidense que tuvo encuentros menores con la policía en los últimos años.
Una pareja que vive detrás de la casa del sospechoso, Don y Effie MacLeod, dice que con frecuencia el hombre tenía discusiones fuertes y agresivas con su madre.
Los vecinos dijeron en una entrevista el jueves que escucharon lo que parecía ser un disparo desde la casa durante una discusión nocturna hace unos 18 meses, pero no llamaron a la policía.
Los MacLeod han vivido en el vecindario de Newbury Park desde 1983. Don MacLeod dice que Colleen Long, la madre del sospechoso, se mudó hace aproximadamente 12 años, y que Ian vive en la casa de vez en cuando.
En abril, Colleen Long le dijo a Richard Berge, otro vecino que ocasionalmente cuidaba a sus perros, que le preocupaba que su hijo pudiera quitarse la vida.
"Solo sé que ella vivió en el infierno allí con él haciendo agujeros en las paredes y esas cosas", dijo Berge a Reuters.
El alguacil Dean dijo que los oficiales respondieron a una llamada de disturbio en la casa de Long en abril y Long "estaba algo furioso, actuando un poco irracional". El personal de salud mental habló con Long, dijo Dean, pero no creían que calificara para la detención bajo una ley estatal.
También dijo que las autoridades policiales no han descubierto el motivo del ataque al Borderline Bar & Grill pero el pistolero "obviamente tuvo algún tipo de problemas".
Long fue encontrado muerto en el club, agregó el alguacil .
"Creemos que se disparó a sí mismo. Cuando los oficiales entraron e hicieron el reingreso, lo encontraron ya muerto", dijo.
Las autoridades dicen que cinco oficiales fuera de servicio estaban dentro del bar cuando surgieron los disparos y ayudaron a poner a las personas a salvo.
El capitán de la oficina del alguacil del condado de Ventura, Garo Kuredjian, explicó que los dos oficiales de la ciudad de Oxnard y tres de Los Ángeles "ayudaron a evacuar a los heridos" y ayudaron a evitar que otros resultaran heridos.
Dean le dijo a los reporteros antes que uno de los primeros oficiales en llegar recibió un disparo después de entrar para enfrentar al tirador.
Dijo el sargento sheriff. Ron Helus, un veterano de 29 años en el departamento, murió luego de ser trasladado a un hospital.
"Le dije a su esposa que murió como un héroe", dijo Dean.
"Es un incidente horrible", dijo Dean. "Es parte de los horrores que están sucediendo en nuestro país y en todas partes, y creo que es imposible ponerle lógica o sentido a lo que no tiene sentido".
El presidente de EE.UU., Donald Trump, escribió en Twitter el jueves temprano que recibió "información completa" sobre el tiroteo, aplaudió la respuesta de las autoridades policiales y extendió las bendiciones a las víctimas y sus familias.
El sargento policial Helus y un patrullero de tráfico que se encontraba cerca del lugar fueron los primeros en responder a varias llamadas a los servicios de emergencia y llegaron al bar alrededor de las 11.20 de la noche, señaló el responsable policial.
Helus fue abatido de forma inmediata con varios disparos. El patrullero despejó el perímetro, logró sacar a Helus fuera del local y esperó hasta la llegada de un equipo SWAT y muchos otros agentes.
Tayler Whitler, de 19 años, contó que estaba en el interior del bar cuando un pistolero con la cara parcialmente cubierta con algo parecido a una máscara de esquí entró y disparó a la persona que estaba trabajando en la puerta antes de atacar a gente de forma aleatoria.
El incidente ocurre a menos de dos semanas de que un hombre armado con un rifle automático disparó a 11 personas durante los servicios religiosos en una sinagoga de Pittsburgh.
El tiroteo fatal inspiró a cientos de residentes del área a hacer fila el jueves para donar sangre para los heridos. La campaña de donación de sangre atrajo a por lo menos 300 personas a un remolque estacionado frente a una escuela secundaria católica. La línea serpenteaba por el camino y por la calle.
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