Luego de horas de esfuerzo y sin poder hacer nada más, un grupo de científicos ha decidido matar a más de 30 ballenas varadas en las playas de Sudáfrica.
Los mamíferos se encuentran sobre la arena y los rescatistas no encontraron manera para enviarlas de nuevo al mar.
De las 54 ballenas atrapadas, 20 pudieron ser rescatadas y devueltas al agua, mientras que “no queda otra alternativa que matar a las 34 restantes”, dijo Nan Rice, dirigente del grupo Dolphin Action and Protection.
“Me siento bastante triste, pero esto es hacer lo correcto”, dijo Rice a medios sudafricanos.
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Una ballena murió durante las operaciones de rescate y su cuerpo quedó inmóvil en la arena mientras cientos de voluntarios se apresuraban para intentar rescatar al resto del grupo.
Con fuertes vientos y olas, los voluntarios intentaron empujar las ballenas de tres metros (10 pies) pero “en el momento en que las empujábamos de nuevo al mar, nadaban de vuelta a la playa”, explicó Craig Lambinon, portavoz de Instituto Nacional de Rescate Marino. “No es una situación fácil”.
No hay una razón clara que explique la razón de las ballenas varadas, que empezó el sábado 29 de mayo por la mañana.
Rice explicó que las ballenas serán sacrificadas con disparos en la cabeza para evitarles que sufran más.