El caso levanta sospechas sobre cómo fue que los siete balseros fueron baleados. El caso ha provocado amplio interés.
El Servicio de Guardacostas de Estados Unidos interceptó una embarcación al sur de Cayo Hueso que transportaba 26 cubanos, siete de ellos heridos de bala.
Seis de ellos, los que se consideraba que tenían las heridas más serias, fueron trasladados por vía aérea a un hospital en las inmediaciones de Cayo Hueso.
El séptimo herido de bala fue transferido con los otros 19 a una escampavía de los Guardacostas para esperar ser devueltos a Cuba.
La única forma de no ser devueltos, es que algunos de ellos digan temer persecución, en cuyo caso serían entonces llevados a la base naval de Guantánamo para ser procesados y luego reubicados en un tercer país.