El Departamento de Justicia informó que ha abierto una investigación de derechos civiles sobre la muerte de Freddie Gray, un afroestadounidense que sufrió una lesión en la médula espinal fatal en circunstancias poco claras tras haber sido detenido en Baltimore, Maryland.
Gray, de 25 años, fue detenido el 12 de abril después que la policía “hizo contacto visual” con él y otro individuo en un área con alta actividad criminal, según la policía de Baltimore.
Gray fue esposado y puesto en una camioneta policial. En algún momento durante su viaje de aproximadamente 30 minutos, la camioneta se detuvo y las piernas de Gray fueron encadenadas cuando un oficial sintió que estaba actuando “furioso”, agregó la policía.
El comisionado de policía, Anthony Batts, dijo que Gray pidió un inhalador, y luego varias veces pidió atención médica. Eventualmente fue enviado en ambulancia a un hospital.
“No teníamos pruebas, ni física ni videos o declaraciones de cualquier uso de fuerza”, dijo a su vez el subcomisionado de la policía de Baltimore, Jerry Rodríguez. “No había ninguna lesión corporal que vimos ni tampoco era evidente en la autopsia del señor Gray”.
Cientos de personas se congregaron en el lugar de detención de Gray y luego marcharon hacia el departamento de policía a un par de cuadras de distancia, cantando y con carteles que decía “Sin justicia no hay paz” y “Las ivdas de negros importan”, consignas que denuncian lo que los manifestantes creen es maltrato generalizado de los afroestadounidenses por la policía.
“Ellos son responsables de lo que le sucedió,” alegó Billy Murphy, abogado de la familia Gray. “Porque sucedió bajo su custodia y bajo circunstancias extremadamente sospechosas”.
La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, ha ordenado cambios incluyendo que cuando un detenido pida ayuda médica, se le otorgue lo más rápido posible.
Hasta el momento, seis oficiales de policía han sido suspendidos con pago.