Con un discurso en Pittsburgh, Pensilvania, el mandatario reivindicó a la clase media y anticipó que los ataques de Mitt Romney en su contra se intensificarán.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió un segundo mandato para luchar por la clase media en Pittsburgh, al término de su gira de dos días en autobús por los estados de Ohio y Pensilvania, claves para su reelección presidencial.
Durante su viaje, Obama se enfocó en resaltar su esfuerzo por restablecer la economía de Estados Unidos y en su proyecto de generación energética a partir de fuentes limpias que, según él, puede contribuir a la creación de nuevos empleos.
“Queremos contratar a nuevos maestros, especialmente para la rama de la ciencia. Quiero hacer que la universidad sea más asequible”, dijo Obama en la Universidad Carnegie Mellon, en Pensilvania.
El discurso del mandatario buscó acercarse más a los votantes, relacionando sus políticas de gobierno con experiencias personales y marcando fuertes diferencias respecto a su rival republicano, Mitt Romney.
De otro lado, el mandatario defendió logros de su gobierno como el fin de la guerra en Irak y el compromiso para la retirada de Afganistán, y afirmó que el dinero que se ahorra de ambos conflictos se utilizará para “reducir el déficit y modernizar el país”.
Obama anticipó que en los próximos meses de campaña, Romney arremeterá en su contra, responsabilizándolo de la situación económica del país, e indicó que “el republicano quiere mantener los beneficios impositivos a los más adinerados y eliminar regulaciones; medidas que resultaron inútiles hace 10 años”.
Como muestra de ello, hace algunos días en New Hampshire, Romney manifestó que la gestión de Obama ha resultado insuficiente para que las personas recuperen sus empleos.
El término de la gira "Apostando por Estados Unidos", se produjo el mismo día en que el Departamento de Trabajo informó de la creación de 80 mil empleos en junio, que a pesar de no ser suficientes para reducir la tasa de desempleo del 8,2%, fue aplaudida por Obama y considerada por él un gran paso para estabilizar la crisis económica.
Durante su viaje, Obama se enfocó en resaltar su esfuerzo por restablecer la economía de Estados Unidos y en su proyecto de generación energética a partir de fuentes limpias que, según él, puede contribuir a la creación de nuevos empleos.
“Queremos contratar a nuevos maestros, especialmente para la rama de la ciencia. Quiero hacer que la universidad sea más asequible”, dijo Obama en la Universidad Carnegie Mellon, en Pensilvania.
El discurso del mandatario buscó acercarse más a los votantes, relacionando sus políticas de gobierno con experiencias personales y marcando fuertes diferencias respecto a su rival republicano, Mitt Romney.
De otro lado, el mandatario defendió logros de su gobierno como el fin de la guerra en Irak y el compromiso para la retirada de Afganistán, y afirmó que el dinero que se ahorra de ambos conflictos se utilizará para “reducir el déficit y modernizar el país”.
Obama anticipó que en los próximos meses de campaña, Romney arremeterá en su contra, responsabilizándolo de la situación económica del país, e indicó que “el republicano quiere mantener los beneficios impositivos a los más adinerados y eliminar regulaciones; medidas que resultaron inútiles hace 10 años”.
Como muestra de ello, hace algunos días en New Hampshire, Romney manifestó que la gestión de Obama ha resultado insuficiente para que las personas recuperen sus empleos.
El término de la gira "Apostando por Estados Unidos", se produjo el mismo día en que el Departamento de Trabajo informó de la creación de 80 mil empleos en junio, que a pesar de no ser suficientes para reducir la tasa de desempleo del 8,2%, fue aplaudida por Obama y considerada por él un gran paso para estabilizar la crisis económica.