El presidente Barack Obama defendió su historial económico durante un discurso sobre los recortes de impuestos y explicó que se deben de hacer "algunas decisiones difíciles para reducir el déficit".
Dijo que “antes de cortar la educación de los niños y que los ancianos tengan que pagar más por Medicare”, se deben aumentar los impuestos para los billonarios y millonarios del país.
Según Obama, los impuestos para los ricos están “más bajos que nunca” y prefiere subir estos impuestos y no hacer que los ancianos paguen más por servicios de salud, por ejemplo.
"Creo que la mayoría de los estadounidenses estarán de acuerdo” con terminar los recortes de impuestos para el petróleo.
El presidente también explicó la importancia de llegar a un acuerdo para que el gobierno pueda “vivir dentro de sus posibilidades y de empezar a mover la economía”.
Obama mencionó el objetivo de aumentar el techo de la deuda del país, pero dijo también que los republicanos no quieren aumentos de impuestos y anticipó “conversaciones difíciles” con miembros del Pentágono sobre los recortes.
Según el mandatario, los expertos entienden que no se puede reducir tanto como deberían hacerlo sin un plan balanceado, y que los demócratas deben aceptar algunos recortes. El país "debe recortar gastos de salud no cobrando más, pero verdaderamente cortando gastos”.
Explicó también que reducir el déficit es una “de las cosas más importantes” para ayudar la economía de EE.UU. y aseguró que si no se hacen los cortes requeridos, el gobierno deberá sacrificar otros esfuerzos como la investigación médica, la inspección de comida y la educación.
Libia y Afganistán
Sobre la situación en Libia, el presidente mencionó que ha hecho "exactamente lo que dijo que se iba a hacer".
Las fuerzas internacionales de la OTAN han protegido a miles de personas en Libia, dijo, y argumentó que no ha habido “ni una muerte casual estadounidense”, aunque sentenció que “las personas de Libia van a estar en peligro hasta que Gadhafi deje el poder”.
Obama se defendió de las afirmaciones de legisladores que alegan que el presidente violó una ley de 1973 que exige que el Poder Ejecutivo notifique al Congreso sobre el envío de tropas al extranjero en un plazo de 48 horas.
La ley -ignorada por presidentes anteriores- también obliga al mandatario de Estados Unidos a culminar las acciones militares tras un plazo de 60 días, si no ha recibido la autorización del Congreso para extender la operación.
"La nuestra es una misión bien limitada y hemos consultado con el Congreso", sostuvo el mandatario, agregando que "buena parte de todo este revuelo acerca de la Ley de Poderes de Guerra es pura politiquería".
A mediados de junio, una decena de legisladores, tanto demócratas como republicanos, presentaron una demanda contra el presidente Barack Obama por haber involucrado “unilateralmente” a las fuerzas estadounidenses en el operativo militar contra Libia.
Con respecto a Afganistán, Obama explicó que la salida de las fuerzas militares estadounidenses no significa que EE.UU. olvidará a ese país.
Obama fue enfático al mencionar que su gobierno no abandonará territorio afgano hasta que las autoridades locales puedan garantizar verdadera tranquilidad a sus ciudadanos.