Obama defendió la decisión de continuar presionando por una solución diplomática a la disputa por las ambiciones nucleares de Teherán.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insistió que su gobierno no renunció a nada ante Irán durante la más reciente ronda de conversaciones nucleares en Turquía.
En diálogo con los periodistas en Cartagena, Colombia, donde asistió a la Cumbre de las Américas, Obama también defendió la decisión de Washington de continuar presionando por una solución diplomática a la disputa por las ambiciones nucleares de Teherán.
El mandatario indicó que aunque rehusó permitir que las negociaciones se estancaran, estaba dispuesto a darle una última oportunidad a la diplomacia.
El presidente Obama respondió así al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien dijo previamente el domingo 15 de abril que Estados Unidos y las potencias mundiales dieron a Teherán "un regalo" al acordar la realización de otra ronda de conversaciones el mes próximo en Bagdad.
Las conversaciones del sábado en Estambul, entre diplomáticos de Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Canadá, además de Alemania, fueron las primeras desde una previa ronda de conversaciones que colapsó hace 15 meses en medio de recriminaciones mutuas.
En diálogo con los periodistas en Cartagena, Colombia, donde asistió a la Cumbre de las Américas, Obama también defendió la decisión de Washington de continuar presionando por una solución diplomática a la disputa por las ambiciones nucleares de Teherán.
El mandatario indicó que aunque rehusó permitir que las negociaciones se estancaran, estaba dispuesto a darle una última oportunidad a la diplomacia.
El presidente Obama respondió así al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien dijo previamente el domingo 15 de abril que Estados Unidos y las potencias mundiales dieron a Teherán "un regalo" al acordar la realización de otra ronda de conversaciones el mes próximo en Bagdad.
Las conversaciones del sábado en Estambul, entre diplomáticos de Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China, Rusia y Canadá, además de Alemania, fueron las primeras desde una previa ronda de conversaciones que colapsó hace 15 meses en medio de recriminaciones mutuas.