Beijing y otras partes de China experimentaron el lunes algunos de los peores niveles de niebla tóxica del año, aun cuando el presidente Xi Jinping se preparaba para reunirse con otros líderes mundiales en París para decidir qué hacer sobre el cambio climático.
La calidad del aire en la capital china era considerada peligrosa, alcanzando el nivel naranja de alerta de contaminación, la segunda designación más alta.
Los residentes recibieron advertencias de permanecer adentro de sus casas si era posible. Algunas plantas industriales fueron cerradas, mientras que ciertos tipos de vehículos fueron prohibidos de las calles.
“En el pasado el aire era tan claro que podían verse las nubes, muyclaro, pero ahora ¿Cuándo se puede ver un cielo despejado o nubes blancas? Nunca. El aire es verdaderamente horrible” dice Wang Shujun, un residente de Beijing.
La concentración de partículas en el aire que pueden dañar los pulmones alcanzó 20 veces lo que la Organización Mundial de la Salud considera el límite de exposición diaria.
La visibilidad en Beijing hizo que el día pareciera sombrío. La punta de los edificios apenas se veían desde la calle.