Mientras los principales donantes se muestran reacios a mantener el flujo de fondos de campaña y cada vez más demócratas dicen públicamente que sus posibilidades de ganar las elecciones de noviembre están disminuyendo, se informa que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está cada vez más cerca de retirarse de la carrera.
Hasta el viernes, no había ningún indicio por parte de la campaña ni de la Casa Blanca de que Biden abandonaría. Pero si lo hace, los demócratas deben tomar una decisión rápida sobre quién lo reemplazará en la cima de su lista y cómo.
El escenario más ordenado sería que Biden respalde a un candidato alternativo y pida a los delegados que le transfieran los votos prometidos cuando se reúnan el próximo mes en la Convención Nacional Demócrata en Chicago, Illinois.
Históricamente, los delegados de la convención votan por el candidato que ganó las primarias o el caucus en sus respectivos estados. Casi todos los 3.896 delegados demócratas están comprometidos con Biden después de que arrasó en casi todas las primarias y caucus del país.
Pero ese “compromiso” puede cambiarse según las reglas del Comité Nacional Demócrata que permiten que la “buena conciencia” determine las decisiones de los delegados.
También lea ¿Por qué son importantes las convenciones políticas en EEUU?La vicepresidenta Kamala Harris sería una opción lógica para unir rápidamente los votos de los delegados. Ya es la primera en la línea de sucesión presidencial y, como parte de la fórmula Biden-Harris, tendría sentido desde el punto de vista financiero.
Según las reglas de financiamiento de campaña, Harris tiene derecho a gastar el fondo de guerra Biden-Harris, que asciende a 91 millones de dólares según su último informe de presentación en junio.
El 58 % de los demócratas cree que Harris sería una buena presidenta, según una nueva encuesta del Centro AP-NORC para la Investigación de Asuntos Públicos, el 30 % del público piensa que lo sería. El 43 % de los adultos tiene una opinión favorable de ella, incluido el 74 % de los demócratas.
Sin embargo, es posible que los demócratas también quieran evitar la apariencia antidemocrática de una coronación automática de Harris como sucesora de Biden y celebrar algún tipo de contienda.
Convención abierta
El partido podría celebrar una convención abierta y elegir un candidato entre varios candidatos que podrían incluir al gobernador de California, Gavin Newsom, al gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, o a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.
También lea Vicepresidenta Harris y demócratas señalan a J.D. Vance por postura antiabortoUna convención abierta podría ser un proceso tumultuoso y divisivo, algo que los demócratas querrían evitar dos meses antes de las elecciones. Nominar a alguien que no sea Harris también podría enojar a las mujeres negras, un bloque central de apoyo del partido.
La conclusión es que, si el presidente se hace a un lado, los demócratas deben determinar rápidamente quién reemplaza a Biden y quién tiene probabilidades de ganar las elecciones, dijo Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia.
"Y debería ser la misma persona", dijo a la Voz de América. "Si podrán hacerlo en el tiempo permitido (es un mes) es otra cuestión completamente distinta".
Los demócratas también deben decidir quién será el compañero de fórmula, un proceso que podría crear entusiasmo y división en el partido.
En distintas ocasiones, Biden ha dicho que los peores resultados de las encuestas podrían hacer que renuncie, o si surge una “condición médica”, o si el “Señor Todopoderoso sale y le dice” que lo haga.
El presidente permanece aislado en su casa de vacaciones en Delaware, luego de su diagnóstico de COVID-19 a principios de esta semana.
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