Los legisladores demócratas en el Congreso de Estados Unidos continúan estancados en las negociaciones sobre una propuesta de gastos para una mayor red de seguridad social y control climático del presidente Joe Biden, en particular sobre qué programas mantener y cuáles eliminar, así como sobre la forma de pagarlos.
El presidente sostuvo conversaciones en la Casa Blanca el martes por la noche con los senadores Joe Manchin de West Virginia y Kyrsten Sinema de Arizona, dos legisladores moderados del propio partido demócrata de Biden que se han opuesto firmemente a gran parte de su plan original Build Back Better de 3,5 billones de dólares, que proporcionaría la mayor expansión de los beneficios del gobierno a las familias estadounidenses en cinco décadas.
Los demócratas del Senado liderados por Elizabeth Warren, de Massachusetts, revelaron el martes temprano un plan que para crear un nuevo impuesto mínimo a las corporaciones, junto con un nuevo "impuesto a los multimillonarios" que impondría gravámenes a las personas que posean al menos 1.000 millones de dólares en activos, o que reciban 100 millones en ganancias durante tres años consecutivos.
También lea Biden promociona su propuesta de cuidado infantil en proyecto de ley estancadoEl plan se concibió después de que Sinema se opusiera a un plan mucho más simple para aumentar las tasas impositivas convencionales para los estadounidenses ricos y las corporaciones. Sinema anunció su apoyo al nuevo impuesto corporativo mínimo como "un paso de sentido común", pero algunos demócratas de la Cámara han expresado su preocupación por la legalidad del impuesto a los multimillonarios.
Por su parte, Manchin se ha opuesto a una expansión de Medicare y Medicaid, los programas de atención médica del gobierno para personas mayores y estadounidenses de bajos ingresos, respectivamente, además de proporcionar 12 semanas de licencia familiar pagada y otorgar el nuevo crédito tributario por hijos permanentes, y los ha tildado de costosos o innecesarios.
Manchin también se opone a un programa de electricidad limpia de 150.000 millones de dólares que reemplazaría las centrales eléctricas de carbón y gas del país por energía eólica, solar y nuclear.
El programa es un pilar de la estrategia del presidente para combatir el cambio climático, pero Manchin representa uno de los estados productores de carbón más grandes de la nación. Su oposición ha dejado a la administración luchando por crear una estrategia alternativa, como subvenciones y préstamos para ayudar a las empresas de servicios públicos a cambiar a la energía renovable.
También lea Biden confiado en limar discrepancias entre demócratas para impulsar agenda domésticaBiden ha expresado su esperanza de poder llegar a un acuerdo esta semana sobre lo que ha reconocido será un plan de gastos más limitado -de alrededor de 2 billones o menos- con algunas propuestas, como dos años de universidad comunitaria sin costo, descartados del paquete final.
El representante Ro Khanna, de California, un miembro clave del Caucus Progresista de la Cámara, aseguró al programa de televisión Fox News Sunday que el presidente le dijo recientemente a un grupo de legisladores que necesita la aprobación tanto del proyecto de ley de red de seguridad social como de un proyecto de ley por separado de 1,2 billones de dólares que financia mejoras clave en la infraestructura física de la nación antes de viajar a Glasgow, Escocia, a finales de esta semana para la conferencia climática COP26, patrocinada por las Naciones Unidas.
Con el Senado de 100 miembros dividido equitativamente entre republicanos y demócratas, el acuerdo político y los votos de Manchin y Sinema son clave para la aprobación de la legislación, junto con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. Actualmente, ningún republicano apoya la legislación.
El plan de gasto en infraestructura obtuvo el apoyo de 19 republicanos en el Senado, junto con el de los 50 demócratas, pero los demócratas progresistas de la Cámara bloquearon su paso allí hasta que se pudiera llegar a un acuerdo sobre la legislación de la red de seguridad social.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció el martes lo mucho que está en juego en las difíciles negociaciones. "La alternativa a lo que se está negociando no es el paquete original, no es nada", dijo a los periodistas.
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