El presidente Biden se disculpó formalmente este viernes en Arizona por el papel del gobierno federal en la gestión de internados donde 19 mil niños indígenas enfrentaron abusos, negligencia y la eliminación de sus identidades tribales, según una investigación del Departamento del Interior.
Casi 1.000 murieron mientras asistían a las escuelas.
El presidente dijo:
Debemos conocer lo bueno, lo malo, la verdad. De quiénes somos como nación. Eso es lo que hacen las grandes naciones. No borramos la historia. Hacemos historia. Aprendemos de la historia. Y recordamos para poder sanar como nación.”
Fue la primera vez que un presidente estadounidense se disculpó por los abusos que se cometieron durante más de un siglo bajo la supervisión del gobierno federal.
Su secretaria del interior Deb Haaland,, la primera indígena que integra un gabinete presidencial, hizo eco al presidente.
“Hoy es un día para recordar, pero también para celebrar nuestra perseverancia. A pesar de todo lo que ha pasado, todavía estamos aquí”.
Desde principios del siglo XIX hasta finales de la década de 1960, el gobierno estadounidense separó a los niños indígenas de sus familias y hogares y los envió a internados con el fin de borrar sus vínculos tribales y sus prácticas culturales.
Biden dijo:
"Ya era hora de que se hiciera. Francamente, no hay excusa para que esta disculpa haya tardado 50 años en hacerse".
Los críticos dicen que Estados Unidos todavía tiene mucho trabajo por delante para reparar el daño causado durante generaciones por sus propios internados para niños indígenas.
El presidente Biden este año firmó una legislación que ha entregado más de 45 mil millones de dólares en dinero federal a las naciones tribales y, en particular, a los sistemas de infraestructura y salud en las reservas.