El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, instó el miércoles al Talibán a permitir vuelos fletados desde Afganistán tras conocerse que aviones con estadounidenses y afganos vulnerables no habían podido despegar desde el aeropuerto internacional de Mazar-i-Sharif, en el norte del país.
"Hasta ahora, el Talibán no está permitiendo la salida de vuelos fletados. Ellos dicen que algunos pasajeros no tienen la documentación requerida”, dijo Blinken durante una conferencia de prensa junto a su homólogo alemán, Heiko Maas, en la Base Aérea de Ramstein, en Alemania.
“El asunto es que esos vuelos necesitan despegar y trabajaremos día a día para asegurarnos de que puedan hacerlo”, agregó.
Algunos de los organizadores de esos vuelos están acusando al Departamento de Estado de no hacer lo suficiente para facilitar su salida de Afganistán.
"Me he sentido frustrado, e incluso furioso, por el retraso y la falta de acción de nuestro gobierno. Habrá mucho tiempo para buscar responsabilidades por los trastornos burocráticos inexcusables que tienen varados a muchos de nuestros aliados afganos”, dijo el senador demócrata Richard Blumenthal en un mensaje de Twitter.
En la Casa Blanca, los funcionarios admitieron limitaciones cuando se les preguntó cómo Estados Unidos podía presionar al Talibán.
"Nosotros no tenemos nada que ver con los vuelos que no salen. No estamos en el terreno”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en la conferencia de prensa del miércoles.
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Sin embargo, explicó que un número de aviones tienen algunos estadounidenses a bordo junto a cientos de otras personas que no han sido identificadas o aprobadas, y esa es la “cuestión fundamental” en cuanto a dónde van a aterrizar.
“¿Vamos a permitir a un avión con cientos de personas que no sabemos quiénes son, que no sabemos qué protocolos de seguridad siguieron, aterrizar en una base militar estadounidense?”, preguntó la portavoz.
Washington está trabajando con socios internacionales para aumentar la presión sobre el Talibán para que cumpla su promesa de permitir la salida de cualquiera que desee salir de Afganistán.
También está en contacto directo con personas y con el Talibán para facilitar el cruce de fronteras, según el Departamento de Estado.
El miércoles, Blinken y Maas se entrevistaron con un grupo de socios y aliados para discutir la situación en Afganistán, incluyendo los esfuerzos para continuar el flujo de ayuda humanitaria al país después de la toma del poder del Talibán.
Unos 18 millones de afganos necesitan alimentos, agua limpia, atención de la salud y otra asistencia de emergencia, con el invierno casi a las puertas. Naciones Unidas está tratando de conseguir un total de 606 millones de dólares para financiar operaciones humanitarias hasta diciembre.
[Con información de Nike Ching]
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