La cadena de alquiler de videos, Blockbuster, solicitó la protección del gobierno de Estados Unidos por bancarrota ante las dificultades económicas que atraviesa, sin embargo, dijo que mantendrá sus sucursales abiertas.
La medida, que se anticipaba desde hace tiempo y fue concertada con los tenedores de bonos, pone fin a una era en la que Blockbuster impuso su dominio en el sector de la renta de películas de estreno reciente.
Blockbuster perdió terreno en el mercado ante competidores como Netflix, que combina una suscripción de videos por correo con películas en internet, descargas en la web, los servicios de demanda instantánea en la televisión paga y las máquinas expendedoras como Redbox.
En una presentación ante la Corte Federal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York, la compañía dijo que acordó con los tenedores de bonos un plan de recapitalización y que transformará su modelo de negocios.
Blockbuster intentará reducir su deuda de casi $1.000 millones de dólares a unos $100 millones de dolares mediante el canje de deuda por acciones de la empresa reorganizada con los bonistas, que poseen casi el 80,1% de los documentos preferenciales de la firma.
Blockbuster logró con los tenedores de títulos preferenciales un compromiso de financiamiento por 125 millones de dólares para cubrir reembolsos a clientes así como pagos a abastecedores y empleados durante la reorganización.
"Tras un análisis cuidadoso y profundo, decidimos que el proceso anunciado hoy es la vía óptima para recapitalizar nuestro balance general y posicionar a Blockbuster hacia el futuro mientras continuamos la transformación de nuestro sistema de negocios a fin de satisfacer los cambios en las preferencias de nuestros clientes", dijo el director general de Blockbuster, Jim Keyes.
Blockbuster, fundada en 1985 por un empresario de software de Dallas, llegó a ser una empresa líder en el entretenimiento familiar.