La noche del 30 de abril un grupo de personas rompió la cuarentena dictada por el gobierno de Jeaniñe Añez y salió a las calles, exigiendo elecciones en Bolivia; la protesta se tornó violenta, y un bus municipal que transportaba personal médico fue apedreado. El vehículo fue dañado.
La zona de Senkata de El Alto, está convulsionada desde entonces, policías y militares acudieron al lugar para responder a los disturbios en donde los residentes no solo piden la realización de elecciones, sino el levantamiento de la cuarentena. El fin de semana, 49 personas fueron detenidas.
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Los médicos manifestaron su rechazo ante el ataque, y en una reunión que se llevó a cabo el sábado (2 de mayo) se determinó que el personal de salud se iba a retirar de la ciudad de El Alto, dijo a la emisora local Radio Panamericana, el doctor Luis Larrea, representante del Colegio Médico.
“Una agresión más que sufra un colega en este sector, vamos a replegar (retirar) a todos los médicos de la ciudad de El Alto. Si se creen inmunes no necesitan médicos. No nos gusta imponernos, necesitamos salvar al país de este virus” indicó el galeno.
El doctor Fernando Romero, ejecutivo del Sindicato de Profesionales en Salud, de La Paz, habló con la Voz de América y manifestó su molestia por la agresión al personal médico: “Hemos decidido replegar a todos los colegas de 6 centros de salud de la ciudad de El Alto, camino a Laja, Senkata, San Roque, como medida de presión, no vamos a volver hasta que la junta de vecinos, (y) autoridades nos den garantías”, dijo.
El Dr. Romero explicó lo que habría pasado la noche de la protesta en El Alto- Senkata: “mientras íbamos a los hospitales, volviendo a nuestras casas por el cambio de turno, un grupo de vándalos, agarraron a apedreadas a los buses, fue un dolor emocional muy fuerte, estoy yendo al lugar a luchar contra el coronavirus y ¿encima me trata así la población?”, se pregunta, “lo mismo pasó con una ambulancia, lastimaron a los enfermos, no queremos ese trato duro y hostil”.
El médico manifestó que deben velar también por su integridad: “Nunca se nos pasó tomar estas medidas en medio de una pandemia pero no podemos exponernos a lo difícil que ya es, tenemos familia, hijos, no podemos permitir que lo poco que nos queda de fuerzas, se pierdan por ese tipo de agresiones”, concluyó.
El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Iván Arias, delegado presidencial para coordinar las acciones de la lucha contra el coronavirus en La Paz, respaldó el pedido de repliegue del personal de salud que atiende y vive en El Alto, tras los ataques registrados en los últimos días por parte de grupos vandálicos.
“No podemos exponer al personal de salud que pone en riesgo su vida para atender a la población. Tenemos la obligación de garantizar la seguridad de los médicos y las enfermeras, que son amedrentados en El Alto por grupos vandálicos con intereses políticos”, señaló Arias, el domingo, citado por el diario El Deber.
La Defensoría del Pueblo exigió al Estado garantías de seguridad para el personal de salud de El Alto. En una misiva, compartida en un comunicado a la prensa, la defensora del pueblo, Nadia Cruz, solicitó al ministro del área, Marcelo Navajas, "adoptar, de manera inmediata, las medidas de seguridad necesarias, que garanticen la integridad del personal de los establecimientos de salud de la ciudad de El Alto, para que puedan desarrollar sus funciones en sus lugares de trabajo con normalidad, y así asegurar el derecho a la vida y a los servicios de salud de la población”.
Hasta el lunes por la noche, Bolivia registraba 1.681 casos confirmados de COVID-19 y 82 decesos. El Alto tiene a la fecha 85 casos positivos y 7 fallecidos.
Un médico y dos enfermeras han perdido la vida a causa de la COVID-19 .