Evo Morales tendría prácticamente asegurada la reelección en los comicios de este domingo en Bolivia.
Las encuestas le dan la ventaja con másd el 50% de los votos, con lo que ganaría un tercer mandato en Palacio Quemado, algo notable si se considera la larga historia de inestabilidad política del país.
“Esta vez vamos a ganar en los nueve departamentos (regiones), vamos a dar un mazazo al imperio, al neoliberalismo, a los vendepatrias y los separatistas", dijo el 8 de octubre en el cierre de su campaña en La Paz.
"He visto concentraciones tan grandes en esta campaña que creo que podemos pasar nuestro récord de 64% (del 2009)", declaró en una última entrevista antes de los comicios.
Sin embargo, la popularidad no alcanzaría para que su sector logre controlar dos tercios de los escaños legislativos, un requisito crítico para la reforma electoral que facilitaría su reelección indefinida.
Ante una oposición dividida con cuatro candidatos, los sondeos dan a Morales una intención de voto de hasta el 59%.
Su principal adversario seria el empresario centroderechista Samuel Doria Medina, que con 18% de las preferencias está 40 puntos porcentuales por debajo de Morales, según una encuesta de Equipos Mori.
De hecho, Morales lidera en los nueve departamentos, incluso Santa Cruz, históricamente un fuerte de la oposición y donde obtendría el 50% de los votos el domingo.
El 12 de octubre se elegirán presidente, un vicepresidente y se renovará la totalidad de la Asamblea Legislativa.
Bolivia creció en promedio 5% anual desde 2006, sobre la media de América Latina (3,7%), según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Sin embargo, 20% de la población vive bajo la línea de la pobreza y el narcotráfico es un problema grave, moviendo unos $2,3 mil millones de dólares, según expertos.