El presidente brasileño Jair Bolsonaro y el examandatario Luiz Inácio Lula da Silva comenzaron el martes a integrar a aliados centristas a sus campañas, dos días después de que ambos candidatos avanzaran a una segunda ronda electoral a celebrarse el próximo 30 de octubre.
El izquierdista Lula, quien gobernó la democracia más grande de Latinoamérica de 2003 a 2010, ganó la primera ronda del domingo con el 48 % de los votos, por 43 % del derechista Bolsonaro.
Bolsonaro y Lula son las figuras políticas más queridas y odiadas de Brasil, por lo que muchos políticos anunciaron que no votarían por ninguno de ellos.
Lula recibió un tibio respaldo del centroizquierdista Ciro Gomes, quien terminó en cuarto lugar en los comicios del domingo y que alguna vez fue uno de sus aliados clave. Gomes, que captó el 3% de la votación, dijo en un video que estaba acatando la decisión de su Partido Democrático Laborista de brindar su apoyo al candidato izquierdista.
“En estas circunstancias (votar por Lula) es la última salida”, dijo Gomes, quien no mencionó al exmandatario por su nombre.
Bolsonaro recibió el apoyo de los gobernadores de tres estados surorientales de Brasil, la región más rica y poblada del país: Romeu Zema, en Minas Gerais y Claudio Castro en Río de Janeiro, quienes fueron reelegidos el domingo, y de Rodrigo García, en Sao Paulo, quien no logró repetir en el cargo.
Zema y Castro ya habían apoyado a Bolsonaro anteriormente, pero se habían mantenido en silencio durante buena parte de la contienda presidencial de este año. García, quien heredó la gubernatura de Sao Paulo en marzo tras la renuncia de Joao Doria, no había comentado sobre los comicios hasta el martes.
El analista político Thomas Traumann dijo que Bolsonaro recibió gran impulso con los espaldarazos del martes, pero señaló que Lula podría nivelar la situación si la senadora Simone Tebet se suma a su campaña. Tebet, una abierta detractora de Bolsonaro, obtuvo el 4% de los votos el domingo y terminó en tercer lugar entre 11 aspirantes.
“Ella puede marcar una diferencia si la campaña se centra menos en el Partido de los Trabajadores y más en una coalición”, dijo Traumann. “Bolsonaro tendrá la maquinaria gubernamental en tres estados que son muy influyentes. Si el Partido de los Trabajadores no reacciona, le darán a Bolsonaro la oportunidad de ganar”.
El otrora poderoso Partido Social Democrático, de centro derecha, dijo que no respaldaría a ninguno de los candidatos en la segunda vuelta y permitiría a sus miembros elegir libremente.
Algunos miembros veteranos del partido han manifestado su apoyo a Lula, como el senador Tasso Jereissatti y el excanciller Aloysio Nunes. Pero algunos miembros más jóvenes del partido respaldan a Bolsonaro, como el legislador federal Lucas Redecker.
Bolsonaro les dijo a sus simpatizantes en la capital, Brasilia, que espera reducir el margen de seis millones de votos con una intensa campaña en el sureste del país.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.