La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, podría encontrarse más cerca de ser enjuiciada políticamente y de su destitución.
Se espera que el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, PMDB, alineado con vicepresidente Michel Temer, anuncie este martes su decisión de salir del gobierno, en el que ocupa varios ministerios.
Una primera señal de la ruptura se sintió la víspera con la renuncia del ministro de Turismo, Henrique Alves, afiliado al PMDB, que argumentó que el diálogo "se agotó".
Otros seis ministros podrían seguir su ejemplo y acatar el llamamiento de Temer a abandonar los cargos antes del 12 de abril.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño es la mayor fuerza política del país, con 69 diputados y 18 senadores, claves para Rousseff, que intenta contener un proceso de destitución en el Congreso por presunta manipulación de las cuentas públicas.