La frontera entre Brasil y Venezuela era escenario de nuevos enfrentamientos el domingo, cuando decenas de manifestantes chocaron con elementos de la guardia nacional venezolana reclamando la apertura de la frontera, cerrada por tercer día consecutivo.
Manifestantes en la ciudad de Pacaraima, estado de Roraima, comenzaron a arrojar piedras al cordón de tropas venezolanas, que respondió con perdigones y gases lacrimógenos que llegaron hasta suelo brasileño.
Un militar brasileño avanzó solo hacia la línea de frontera para pedir calma a los soldados venezolanos y orientó a periodistas y manifestantes a retroceder para ponerse a resguardo.
Después, un grupo de soldados brasileños improvisó un cordón para intentar aplacar los enfrentamientos cerca de la línea de frontera y mantener a los manifestantes alejados de los miembros de la guardia nacional que responde a Maduro.
Por otra parte, el gobierno de Roraima, estado brasileño limítrofe con Venezuela, decretará el lunes el estado de “calamidad pública” en la salud debido al colapso en el sistema de atención, luego del ingreso en masa de venezolanos heridos en episodios de violencia en la frontera, según confirmaron las autoridades.
Unos 22 venezolanos debieron ser atendidos y permanecen internados con heridas de balas de fusil y perdigones en Boa Vista, capital de Roraima luego de un día de máxima tensión y enfrentamientos en la frontera. De ellos 18 debieron ser intervenidos quirúrgicamente.
“Estamos haciendo un esfuerzo para salvar la vida de esas personas. En estos momentos el sistema de atención de salud está colapsado”, dijo a The Associated Press un portavoz del gobernador de Roraima, Antonio Denarium.
El sistema de salud de Roraima se encuentra “colapsado” debido a la hospitalización en masa de decenas de venezolanos que ayer llegaron heridos desde Santa Elena, Venezuela, ciudad donde se encuentra el paso fronterizo con Brasil.
Durante el sábado fueron atendidas en suelo brasileño víctimas de golpes, apedreos e intoxicación por gas pimienta. Los casos más leves fueron conducidos a una Unidad de Salud en Pacaraima, ciudad fronteriza.
“La idea es que decretada la calamidad pública, el gobierno pueda comprar medicamentos con carácter urgente y contratar camas en hospitales particulares para dar cuenta de la demanda. Creemos que va a aumentar el flujo de personas enfermas y heridas en los próximos días”, explicó el vocero del gobierno de Denarium.
Por tercer día consecutivo, el paso fronterizo entre Brasil y Venezuela amaneció cerrado. Luego de un sábado tumultuoso y con escenas de mucha tensión, en Pacaraima, ciudad brasileña donde se encuentra el cruce, el clima permanece tranquilo.
El coronel de la armada brasilera George Feres Kanaan, coordinador operacional de la fuerza de tarea logística humanitaria en Roraima, confirmó que dos sargentos de la Guardia Nacional bolivariana se presentaron anoche en Pacaraima solicitando refugio. Kanaan dijo que recibirán el mismo tratamiento que cualquier persona que solicita refugio en suelo brasileño.
En una nota oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño divulgada esta madrugada, el gobierno del presidente Jair Bolsonaro condenó los actos de violencia del gobierno de Nicolás Maduro y el bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria.
“El uso de la fuerza contra el pueblo venezolano que ansía recibir la ayuda caracteriza, de forma definitiva, el carácter criminal del régimen de Maduro”, dice el comunicado.