El gobierno de Brasil ratificó este miércoles la importancia de que las elecciones presidenciales en Venezuela cuenten con una “amplia presencia de observadores internacionales”, conforme a los acuerdos firmados en Barbados.
“Quienquiera que gane las elecciones del próximo julio, ya sea el gobierno o la oposición, necesitará que todos acepten su legitimidad. De ahí la importancia de la participación de observadores internacionales”, dijo el canciller de Brasil, Mauro Vieira, durante una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de su país.
En mayo, Brasil anunció que no enviaría observadores a las elecciones que se celebrarán el 28 de julio en Venezuela. Si bien no especificó motivos, el anuncio se produjo poco después de que el organismo electoral venezolano revocó la invitación a una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) para los comicios.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, resaltó a inicios de junio la importancia de contar con una “amplia presencia” de observadores internacionales en las elecciones de julio, durante una conversación telefónica con su par, Nicolás Maduro.
La decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre la MOE UE ocurrió después de que, en el marco de esfuerzos para lograr elecciones competitivas, el bloque extendió “por un período más corto” las sanciones contra funcionarios venezolanos y levantó las que pesan sobre varios de ellos, entre ellos Elvis Amoroso, presidente del CNE.
La MOE UE es una de las misiones técnicas de observación electoral que el gobierno y la oposición acordaron invitar en el acuerdo firmado en Barbados.
También lea Amenazan de muerte a líder opositora venezolana María Corina MachadoTras el retiro de la invitación a la misión de la UE, Colombia informó también que no enviaría observadores a Venezuela. Mientras, la Organización de Naciones Unidas (ONU) está evaluando la invitación del CNE para desplegar un panel de expertos para los comicios.
Brasil, en varias ocasiones, ha manifestado su compromiso con los acuerdos que tanto el gobierno como la oposición se acusan de haber violado.
Lula y el mandatario colombiano, Gustavo Petro, considerados aliados de Maduro, se han mostrado a favor de garantías electorales para todos los actores políticos venezolanos y han cuestionado abiertamente las inhabilitaciones políticas contra la oposición, que denuncia una nueva “ola de represión” y persecución.
También lea Defensores de DDHH refugiados venezolanos: entre el desasosiego y zonas grisesPetro calificó como un “golpe antidemocrático” que no se haya permitido a la líder opositora, María Corina Machado, ganadora de la primaria presidencial, pero inhabilitada para ejercer cargos públicos, inscribirse para participar en los comicios.
Lula Da Silva, en tanto, calificó como “extraordinario” que la oposición se haya unido y nombrado al diplomático Edmundo González Urrutia como candidato de consenso, luego de que se imposibilitó inscribir a Machado y a su candidata sustituta, Corina Yoris, una filósofa de 80 años que no tenía impedimentos para postularse.
En abril, Petro dijo haber propuesto al gobierno y la oposición de Venezuela celebrar un plebiscito que garantice un “pacto democrático” y certezas, entre ellas seguridad sobre la vida, de quien pierda los comicios.
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