La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que recibirá a los líderes de las protestas en un gesto para tranquilizar al país.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que se reunirá con los líderes de las manifestaciones al tiempo que rechazo los hechos de violencia que se han presentado en varias ciudades del país.
"Voy a recibir a los líderes de las manifestaciones pacíficas, de sindicatos y asociaciones populares. Precisamos de todas sus contribuciones, reflexiones y experiencias. Voy a conversar con los jefes de otros poderes y voy a invitar a los gobiernos y a los alcaldes de las principales ciudades para un gran pacto en torno a la mejoría de los servicios públicos", dijo la mandataria por los medios de comunicación en cadena nacional.
Rousseff se refirió a "una minoría violenta y autoritaria" que, según, ella ha causado serios destrozos en comercios y vías de las ciudades. Defendió la manera como la policía ha enfrentado las masivas protestas y respaldó la “firmeza” de los uniformados.
Insistió que ella "luchó para que la voz de la calle" sea escuchada y se propone darles protagonismo en medio de la crisis.
"Quiero contribuir en la construcción de una reforma política que incorpore una amplia participación popular", dijo la presidenta.
Este fin de semana hay fecha de la Copa Confederaciones, torneo FIFA que se extenderá hasta finales del mes de junio y que ha sido aprovechado por los manifestantes para demostrar el inconformismo con las inversiones en estadios mientras se agrava la crisis social de miles de comunidades vulnerables en esa nación.
"Voy a recibir a los líderes de las manifestaciones pacíficas, de sindicatos y asociaciones populares. Precisamos de todas sus contribuciones, reflexiones y experiencias. Voy a conversar con los jefes de otros poderes y voy a invitar a los gobiernos y a los alcaldes de las principales ciudades para un gran pacto en torno a la mejoría de los servicios públicos", dijo la mandataria por los medios de comunicación en cadena nacional.
Rousseff se refirió a "una minoría violenta y autoritaria" que, según, ella ha causado serios destrozos en comercios y vías de las ciudades. Defendió la manera como la policía ha enfrentado las masivas protestas y respaldó la “firmeza” de los uniformados.
Insistió que ella "luchó para que la voz de la calle" sea escuchada y se propone darles protagonismo en medio de la crisis.
"Quiero contribuir en la construcción de una reforma política que incorpore una amplia participación popular", dijo la presidenta.
Este fin de semana hay fecha de la Copa Confederaciones, torneo FIFA que se extenderá hasta finales del mes de junio y que ha sido aprovechado por los manifestantes para demostrar el inconformismo con las inversiones en estadios mientras se agrava la crisis social de miles de comunidades vulnerables en esa nación.