El exgobernador del estado de Río de Janeiro fue arrestado el jueves como parte de una investigación sobre corrupción vinculada con el proyecto de la Copa Mundial y otras obras valoradas en miles de millones de dólares.
El arresto de Sergio Cabral, de 53 años, significa un golpe al partido gobernante de Brasil, y podría general inestabilidad política.
Cabral fue acusado por fiscales de encabezar una organización delictiva que recibió $66 millones de dólares de constructoras a cambio de contratos de infraestructura, desde 2007 a 2014, los años que fue gobernador.
Los proyectos incluyeron la renovación famoso estadio Maracaná donde se llevó cabo el partido final de la Copa Mundial 2014, así como trabajos en algunos de las mayores favelas de Río y la construcción de una importante autopista alrededor de las afueras de la ciudad.
La policía federal y fiscales también investigan varios proyectos de infraestructura relacionados con los Juegos Olímpicos de este año en Río de Janeiro, pero aún no se ha tomado acciones sobre esas investigaciones.
Cuando Cabral, una de las figuras más poderosas de la política de Río en la última década, era sacado por el garage de su edificio de apartamentos el jueves por la mañana para llevarlo a un SUV negro de la policía, docenas de personas que se habían congregado en el lugar lo insultaron mientras camarógrafos y fotógrafos rodeaban el vehículo.
El político no hizo declaraciones y su abogado declinó hablar cuando lo llamaron por teléfono, indica la agencia Reuters.
En abril de 2014, luego de las protestas anticorrupción, Cabral renunció a la gobernación cuando le quedaban nueve meses para terminar su mandato.
Su arresto marca el punto más bajo de la declinación de la rama de Río de Janeiro del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que fue expulsado del gobierno de la ciudad el mes pasado en medio de investigaciones de corrupción a varios de sus líderes.
"Crea un ambiente nervioso que podría retrasar nuestra recuperación económica si los inversionistas se arrepienten", dijo un asistente presidencial a Reuters.
El mismo funcionario agregó que el gobierno del estado de Río está cerca de la insolvencia y que el gobierno federal de Michel Temer teme que las financias de otros estados brasileños se vean afectadas por un efecto dominó.
Cabral es el más reciente político de alto perfil arrestado en una investigación de acciones de corrupción iniciada hace dos años, conocida como "Lava Jato" (lavado de autos), que comenzó cuando se destapó un fraude masivo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.
Cabral era aliado cercano de la expresidenta Dilma Rousseff, quien fue destituida en agosto acusada de utilizar dinero de bancos estatales para financiar el gasto público, y del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, cuyo juicio por cargos de corrupción en la investigación a Petrobras, comenzará el lunes.
Ejecutivos de varias empresas constructoras se han convertido en testigos de los fiscales y han firmado acuerdos judiciales de reducción de cargos. Sus testimonios sobre la corrupción endémica en el estamento político y empresarial de Brasil han llevado a decenas de nuevas investigaciones como la que determinó el arresto de Cabral.
Fiscales dijeron el jueves que el arresto fue posible gracias al testimonio de ejecutivos de las firmas de ingeniería y construcción Andrade Gutiérrez y Carioca Engenharia.
El fiscal federal Lauro Coelho, dijo que "hay fuertes señales de la 'cartelización' de las obras ejecutadas con recursos federales por medio del pago de sobornos a Sergio Cabral y a otros empleados del estado".
El miércoles fue arrestado Anthony Garotinho, otro exgobernador de Río, acusado de fraude electoral en un estado que lucha contra una severa crisis fiscal y protestas contra las medidas de austeridad.
"El arresto de Cabral posiblemente no golpeará directamente al gobierno de Temer, pero alimentará la inestabilidad política porque la investigación parece estar poniendo la mira en el PMDB y en otros partidos", dijo Leonardo Barreto de la consultora de Brasilia, Factual Informacao e Analise.