La región de Buffalo en el estado de Nueva York se prepara para el deshielo que se espera ocurra este lunes cuando la temperatura suba a 15,5 grados Celsius, advertidos de posibles inundaciones.
El peso de la nieve de hasta dos metros de alto en algunos lugares ya hizo derrumbarse techos y edificaciones, pero ahora son los sótanos y los lugares bajos los que están en peligro.
"Pequemos de precaución", dijo el gobernador del estado, Andrew Cuomo en una conferencia de prensa. "Uno se prepara para lo peor y espera lo mejor, y eso es lo que estamos haciendo".
El domingo llovió y la temperatura llegó a 10º C; el lunes habrá más lluvia y vientos que amenaza con derribar los debilitados árboles y provocar apagones.
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Las autoridades instaron a la población a limpiar los desagües en frente de sus domicilios y a sacar los objetos de valor fuera de sus sótanos. Miembros de la Guardia Nacional dedicaron el domingo a limpiar drenajes y alcantarillas para facilitar el escurrimiento, y a quitar nieve de los techos.
De llenarse las quebradas y los ríos cercanos las autoridades piensan en elevar el nivel de alerta.
Para el martes el deshielo podría complicarse nuevamente cuando una nueva ola de aire ártico vuelva a bajar las temperaturas por debajo de cero grados en la región y caiga nieve sobre la ciudad.