Comentarios muy diplomáticos fueron el resultado de un encuentro entre el presidente mexicano y su homólogo estadounidense.
El mexicano Felipe Calderón y su par de Estados Unidos, Barack Obama, se reunieron en la Casa Blanca en donde abordaron temas como la lucha contra el narcotráfico, tratados económicos y la inmigración.
Obama aseguró que es un derecho de toda persona buscar un mejor futuro y llegar a un país “donde pueda tener un mejor salario”, pero que también “es un derecho de cada país cuidar sus fronteras, decidir quién entra y quién sale”.
Aunque se había adelantado que no se hablaría de la Ley de Arizona como un tema central, ninguno de los mandatarios pudo obviar comentar que la inmigración sigue teniendo un especial interés en ambas naciones.
“En Estados Unidos, también estamos orgullosos de otro lazo, los vínculos de familia: hay familias méxico-americanas que viven aquí desde hace siglos, y otras continúan… nuestra orgullosa tradición como nación de inmigrantes, y todas fortalecen a la familia estadounidense y se nos unen hoy”, mencionó el mandatario estadounidense previo a la reunión con Calderón.
Por su parte el presidente mexicano dijo que sin importar las condiciones legales de una persona residente en Estados Unidos, se le debe de dar un trato humano.
“Compartimos el interés por promover condiciones de vida dignas, legales y ordenadas a todos los trabajadores, los migrantes, quienes pese a su enorme contribución a la economía de Estados Unidos, aún viven en las sombras, y en ocasiones como en Arizona confrontan incluso patrones de discriminación”, dijo el mandatario al llegar a la Casa Blanca para iniciar su primera visita oficial al país vecino del norte.
La visita de Calderón continuará esta noche en la Casa Blanca en donde se desarrollará una cena en su honor y concluirá este jueves (20 de mayo, 2010) cuando pronuncié un discurso ante una sesión conjunta del Congreso estadounidense.