Los residentes de California decidirán el 8 de noviembre sobre dos medidas relacionadas a la pena de muerte, una para abolirla y otra para fortalecerla.
Un total de 750 personas están ahora en la fila de la muerte en California, cuyas ejecuciones han sido puestas en suspenso por las cortes.
Hay consenso ahora en que el sistema de la pena capital en California ha sido imperfecto desde 1978, cuando el estado reinstauró la pena de muerte.
“Los contribuyentes de California han gastado 75.000 millones de dólares. El Estado ha ejecutado a 13 personas. Aproximadamente 100 de los que estaban en la fila de la muerte han fallecido de causas naturales o por avanzada edad, antes de que sus apelaciones fueran concluidas o antes de que el Estado pudiera ejecutarlas”, dijo Paula Mitchell, de la facultad de derecho de Loyola Marymount University.
Dos propuestas apuntan a arreglar el sistema: La proposición 62 es para abolir la pena de muerte y la proposición 66 hace el proceso legal para ejecuciones más eficiente.
El público está devidido. Mike Farrell, actor y activista en contra de la pena de muerte dice que “Es muy claro para mí que el sistema de la muerte en nuestro país es racista en su aplicación. Es usado solamente contra los pobres o quienes tienen una mala defensa. Atrapa y asesina al inocente. No hay justicia simplemente, desde mi punto de vista, y no hay justificación para ello”.
El jugador de fútbol americano Kermit Alexander apoya la pena de muerte. Su madre, hermana y dos sobrinos fueron asesinados.
Tami Alexander, la esposa de Kermit afirma que:“Se trata solo de justicia. Si hubiera sido por revancha, entonces mi esposo hubiera tomado revancha hace 30 años en la corte. Entonces la justicia está esperando que el proceso tenga lugar. Si eso toma tiempo, que tome tiempo”.
Las demoras son el resultado de las cortes de apelaciones y la falta de abogados especializados. La proposición 66 apunta a agilizar el sistema.
Treinta estados en Estados Unidos tienen la pena de muerte y el resto la ha abolido. La pena capital es raramente aplicada, pero muchos fiscales dicen que debe ser mantenida para los peores crímenes.