Debido al mal tiempo que atraviesa el norte de California, la población y las autoridades se mantienen en alerta ante posibles inundaciones.
La primera ola de lluvias provenientes de la poderosa tormenta en el pacífico trajo el domingo precipitaciones ligeras y vientos que amenazaron la región que había sido golpeada por una severa tormenta durante el fin de semana, la cual dejó cuatro muertos al sur de California.
La estación para medir los niveles del río San Joaquín permanece en “estado de peligro”, que significa que deben estar vigilantes por si las aguas se acercan a la cima de los diques.
“Cuando las aguas llegan a esa altura y más agua está por venir, existe demasiada presión y los diques pueden romperse. Ellos pueden ser cubiertos”, dijo el portavoz del servicio de emergencias del condado de San Joaquín, Tim Daly.
Según la más reciente información de la agencia AP, un sistema de tormenta severa provocó un posible tornado que causó lesiones leves y dañó más de 150 viviendas en el área de San Antonio.
El Servicio Nacional del Clima, Yvette Benavides, dijo que recibieron reportes que un posible tornado impactó diferentes zonas en San Antonio tarde por la noche del domingo y a primeras horas de la mañana del lunes.