La conferencia sobre el Cambio Climático COP20 fue inaugurada en Lima con la presencia de delegados de 190 naciones que tienen como meta preparar el camino hacia un tratado internacional que buscan alcanzar el próximo año.
A la inauguración asistió la Secretaria Ejecutiva de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), Christiana Figueres, quien remarcó la necesidad de establecer líneas de acción climáticas “tan imborrables como las líneas de Nazca”.
“No entendemos plenamente las líneas de Nazca, sin embargo, podemos inspirarnos en ellas. De hecho, me atrevo a decir que los diseños tienen mensajes simbólicos para nosotros aquí en la COP20”, dijo.
Hasta ahora la comprensión de un mensaje así o lo que sucede en el mundo no ha tenido respuesta.
Desde que comenzaron las reuniones mundiales para tratar de encarar el calentamiento global hace más de dos décadas, la Tierra ha cambiado.
Según datos recopilados por la agencia Associated Press, ahora el planeta es seis décimas de grado centígrado más caliente que entonces, las emisiones de gases que producen el efecto invernadero han aumentado en un 60 por ciento, los niveles de las aguas de los océanos han aumentado unas tres pulgadas y son más ácidas, la población mundial de 5.460 millones es casi un tercio más grande y ha habido 6.600 desastres climáticos importantes que han provocado daños por $1,6 billones de dólares y han matado a más de 600.000 personas.
“A principios de los años 90 sabíamos que el calentamiento global venía, pero no hicimos nada para apartarnos del riesgo. Creo que las generaciones futuras pueden enojarse justificadamente sobre esto”, dijo a la AP un científico de la Universidad Texas A&M en un correo electrónico.