Un estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives mostró que el cambio climático puede aumentar el riesgo de formación de cálculos renales.
Investigadores del Hospital de Niños de Filadelfia descubrieron que cuanto más calor hace, más personas están expuestas al sudor y, por lo mismo, sujetas a mayor deshidratación, lo que facilita la formación de calcio, fósforo y otros minerales en la orina, factores clave para que se produzcan piedras en los riñones.
Para el estudio, los autores analizaron más de 64.000 casos de adultos y niños con cálculos renales entre 2005 y 2011 junto con los datos de temperatura en Atlanta, Filadelfia, Chicago, Dallas y Los Ángeles.
“Encontramos que a medida que las temperaturas diurnas suben, hay un aumento rápido de la probabilidad de que los pacientes sufran en el transcurso de los siguientes 20 días cálculos renales”, dijo Gregory Tasian, un urólogo pediátrico y epidemiólogo del Hospital de Niños de Filadelfia y autor del estudio.
Las frías temperaturas también pueden producir más cálculos renales, ya que la gente, al quedarse en sus casas, tiene tendencia a comer más y a hacer menos ejercicio, factores también clave para la formación de piedras.
“Estos hallazgos apuntan a posibles efectos en la salud pública relacionados con el cambio climático global”, dijo Tasian.