El instituto Worldwatch dice que cuando la economía global colapsó, las emisiones de dióxido de carbono declinaron.
Los investigadores sostienen que existe una correlación entre la economía global y las emisiones de gases que prorucen el efecto invernadero y que está vinculado al cambio climático.
La evidencia fue encontrada en la crisis económica de 2009.
Si bien no hay muchas cosa buenas que decir sobre la llamada gran recesión, dado que millones de personas perdieron sus trabajos, sin embargo, el nuevo informe revela que hubo alguna buena noticia aunque fugaz.
El instituto Worldwatch dice que cuando la economía global colapsó, las emisiones de dióxido de carbono declinaron.
La investigadora asociada del Programa sobre Clima y Energía del instituto Worldwatch, Xing Fu-Bertaux, explica que "observamos las emisiones de gases de invernadero durante los pasados años y lo que encontramos fue que en 2009, cuando las economías en todo el mundo fueron afectadas por la crisis de crédito, las emisiones de gases de invernadero comenzaron a declinar tras disminución de la producción económica global".
Si bien la especialista reconoce que durante la crisis es "cuando nuestras economías producen menos" es cierto a la vez que "también emitimos menos dióxido de carbono. Y en 2009, por primera vez en casi 20 años, las emisiones declinaron en un 1,5%”.
La investigadora del instituto Worldwatch también señala que similares disminuciones fueron encontradas durante la recesión de comienzos de la década de 1980.
Sin embargo, Xing Fu-Bertaux dice que la declinación registrada en 2009 no duró mucho tiempo y que las emisiones regresaron con un renovado vigor en la medida que la producción intentó cerrar la brecha de déficit generada por la crisis.
Experimento sobre cambio climático
Mientras tanto, en el este de Australia se realiza uno de los experimentos más complejos del mundo sobre el impacto de los crecientes niveles de dióxido de carbono. Gigantescas estructuras de acero se han construido en áreas de bosques nativos para llevar a cabo el ensayo.
El proyecto que se lleva a cabo cerca de Sydney replica futuras condiciones climáticas, asemejando concentraciones atmósféricas más altas de dióxido de carbono.
El dióxido de carbono es bombeado en una máquina del tiempo ambiental con la intención de pronosticar cómo reaccionará la vegetación a un futuro cambio climático.
El experimento usa gigantescas estructuras cilíndricas de 28 metros de altura que se alzan sobre la zona boscosa donde han sido ubicadas, llamadas “bushland”.
Las estructuras simularán niveles elevados de dióxido de carbono que el planeta podría experimentar en los próximos cincuenta años.
Expertos de la universidad de Western Sydney están encargados del proyecto. La escuela dice que es la mayor investigación al aire libre en su tipo que se realiza en el mundo y durará una década.
La evidencia fue encontrada en la crisis económica de 2009.
Si bien no hay muchas cosa buenas que decir sobre la llamada gran recesión, dado que millones de personas perdieron sus trabajos, sin embargo, el nuevo informe revela que hubo alguna buena noticia aunque fugaz.
El instituto Worldwatch dice que cuando la economía global colapsó, las emisiones de dióxido de carbono declinaron.
La investigadora asociada del Programa sobre Clima y Energía del instituto Worldwatch, Xing Fu-Bertaux, explica que "observamos las emisiones de gases de invernadero durante los pasados años y lo que encontramos fue que en 2009, cuando las economías en todo el mundo fueron afectadas por la crisis de crédito, las emisiones de gases de invernadero comenzaron a declinar tras disminución de la producción económica global".
Si bien la especialista reconoce que durante la crisis es "cuando nuestras economías producen menos" es cierto a la vez que "también emitimos menos dióxido de carbono. Y en 2009, por primera vez en casi 20 años, las emisiones declinaron en un 1,5%”.
La investigadora del instituto Worldwatch también señala que similares disminuciones fueron encontradas durante la recesión de comienzos de la década de 1980.
Sin embargo, Xing Fu-Bertaux dice que la declinación registrada en 2009 no duró mucho tiempo y que las emisiones regresaron con un renovado vigor en la medida que la producción intentó cerrar la brecha de déficit generada por la crisis.
Experimento sobre cambio climático
Mientras tanto, en el este de Australia se realiza uno de los experimentos más complejos del mundo sobre el impacto de los crecientes niveles de dióxido de carbono. Gigantescas estructuras de acero se han construido en áreas de bosques nativos para llevar a cabo el ensayo.
El proyecto que se lleva a cabo cerca de Sydney replica futuras condiciones climáticas, asemejando concentraciones atmósféricas más altas de dióxido de carbono.
El dióxido de carbono es bombeado en una máquina del tiempo ambiental con la intención de pronosticar cómo reaccionará la vegetación a un futuro cambio climático.
El experimento usa gigantescas estructuras cilíndricas de 28 metros de altura que se alzan sobre la zona boscosa donde han sido ubicadas, llamadas “bushland”.
Las estructuras simularán niveles elevados de dióxido de carbono que el planeta podría experimentar en los próximos cincuenta años.
Expertos de la universidad de Western Sydney están encargados del proyecto. La escuela dice que es la mayor investigación al aire libre en su tipo que se realiza en el mundo y durará una década.