Se necesita mucho dinero, entre otras cosas, para ganar una elección presidencial en Estados Unidos, y hasta ahora la presunta nominada demócrata, Hillary Clinton, gana fácilmente esa batalla.
De acuerdo a documentos registrados el lunes con la Comisión Federal Electoral (FEC), Clinton recaudó más de $26 millones de dólares en mayo y comenzó este mes con $42,5 millones en el banco.
En contraste, la campaña del presunto nominado republicano, Donald Trump, a penas tuvo $1,3 millones de dólares. Recaudó $5,6 millones en mayo, comenzó el mes con $2,4 millones y gastó $6,7 millones.
Tanto Trump como Clinton van a tener la ayuda de sus partidos y de grupos externos conocidos como súper PACS —los comités de acción política— que van a gastar dinero en anuncios de televisión en respaldo de los candidatos.
Pero es importante para cada uno de ellos tener su propio dinero para gastar en publicidad propia y en sus campañas en todos los 50 estados de la nación.
En la última elección de 2012, por ejemplo, el comité de campaña del presidente Barack Obama gastó $775 millones de dólares de su propio dinero para reelegirlo. Su rival, Mitt Romney, gastó $460 millones.
Cuando faltan cinco meses para la elección del 8 de noviembre, Clinton ha superado en el gasto a Trump, $196 millones de dólares a $63 millones, de acuerdo a la FEC.
Según el más reciente sondeo, Clinton supera a Trump por ocho puntos porcentuales entre los votantes registrados.