Winston Mercado es un dominicano que reside en la ciudad de Miami desde 1994. Como la mayoría de los latinoamericanos que inmigran a Estados Unidos llegó en busca de nuevas oportunidades y mejores condiciones laborales. Pero después de varios años de dificultades económicas ha decidido marcharse del país que le otorgó una segunda nacionalidad, una familia y una carrera.
“No hay trabajo, no hay dinero circulando en las calles” asegura Mercado, que consiguió una oferta de empleo para asumir la gerencia de un restaurante en Toronto, Canadá.
“La crisis me ha afectado personalmente porque el dinero no rinde y se ha puesto mucho más difícil conseguirlo porque no hay trabajo. Los precios se han disparado”, añade.
El dominicano, que estudió mecánica automotriz, abrió varios negocios en los últimos años, pero tuvo que cerrarlos por falta de ganancias y clientela. Ahora, asegura que con la oferta canadiense tendrá beneficios que no pudo conseguir en EE.UU.
Presupuesto ajustado
A pesar de tener un futuro alentador, por el momento Mercado tiene que vivir con un presupuesto ajustado. Casado y con dos hijos ya no puede darse los lujos de los que antes gozaba.
“Voy a minimizar los gastos lo más posible. La familia es la más afectada porque uno sale menos, no podemos ir a un restaurante ni siquiera una vez al mes”, afirma.
“Fui al supermercado anoche y gaste $100 dólares en chucherías” se lamenta. “Cargué las cosas en 5 a 6 bolsas y me gaste $100 dólares. Me acuerdo que en el 94, cuando vine a este país, con $50 dólares llenaba todo un carro de compras. En este momento ni siquiera una cuarta parte del carrito se llena. Hay que gastar más dinero” señala Mercado a pocos días de tramitar su visa de trabajo canadiense.
El nuevo oasis de los inmigrantes
La situación de Mercado es muy parecida a la de muchas personas en EE.UU. La desaceleración económica, la falta de incentivos para invertir, la alta tasa de desempleo y los altos costos de los servicios médicos están empujando a muchos a inmigrar hacia Canadá.
Según datos proporcionados por las autoridades canadienses, el número de estadounidenses que aplica a visas de trabajo se ha duplicado desde 2008. El ministerio de trabajo canadiense indica que en 2010 se recibieron 4.109 aplicaciones contra las 2.115 del año 2008.
Citizens and Immigration Canada(CIC, por su sigla en inglés) entre otras organizaciones no gubernamentales indican que con experiencia laboral en EE.UU. es más fácil conseguir un empleo en Canadá.
Por eso los estadounidenses son el segundo grupo más grande de trabajadores temporales en Canadá después de los filipinos.
La mayoría de los canadienses creen que la inmigración de una obra de mano calificada es beneficiosa para la economía mientras que en EE.UU. la idea sigue siendo controversial.