Candidatos alternativos que impactaron las elecciones presidenciales en EEUU

George Washington, conocido como "el padre de Estados Unidos", es el único presidente en la historia del país que alcanzó la más alta posición como candidato independiente. Washington incluso fue un gran crítico del establecimiento de partidos políticos.

En 1912, el expresidente Theodore Roosevelt se lanzó nuevamente a la presidencia bajo un partido alternativo contra el entonces presidente William Taft y el demócrata Woodrow Wilson. Roosevelt alcanzó 28 % de los votos.

En 1992, Ross Perot del Partido Reformista, logró alcanzar el 18,9 % del voto popular, es decir, más de 19 millones de personas lo eligieron como su opción presidencial. Expertos aseguran que sus votos ayudaron a Bill Clinton a conservar la presidencia.

En las elecciones del 2000, el ambientalista Ralph Nader ganó cerca del 3 % del voto popular. Esto, según los expertos, le habría costado la presidencia a Al Gore frente al republicano George W. Bush.

En 2016, Gary Johnson, del Partido Libertario, logró más de 4.4 millones de votos, alcanzando así un 3,3 % del total. Los votos de Johnson fueron decisivos en estados como Florida, Michigan y Pensilvania, donde Hillary Clinton perdió por un cerrado margen.

También en 2016, Jill Stein, del Partido Verde, alcanzó unos 1,4 millones de votos, aumentando a la división política del momento. Stein no logró ningún voto del Colegio Electoral.

Aunque ningún candidato presidencial independiente o alternativo en EEUU ha logrado triunfar en los comicios, su presencia en la contienda ha tenido históricas repercusiones en quién termina ocupando la Casa Blanca. Estos son los casos más prominentes.