Un senador dice que Obama pensó que todo mundo celebraría el canje de prisioneros con el Talibán, pero en realidad las críticas y los señalamientos de ilegalidad están a la orden del día.
El influyente senador Lindsey Graham, republicano por el estado de Carolina del Sur, dijo en una entrevista que el presidente Barack Obama pensó que “todo el mundo iba a celebrar” la liberación del sargento Bowe Bergdahl, pero la realidad ha probado que estaba equivocado.
“Pasó por encima de un proceso donde la comunidad de inteligencia hubiera dado ideas, donde el Congreso hubiera hablado, porque quería el resultado… Quería que la semana pasada fuera una gran semana”, dijo al programa On the Record, de la cadena FOX.
El video publicado por el talibán este miércoles probablemente no va a ayudar a disminuir esa percepción.
Además de mostrar el momento de la entrega del sargento Bergdahl, también presenta la llegada a Qatar de los cinco talibanes entregados por Estados Unidos, quienes son recibidos con abrazos por sus simpatizantes.
“Cuando vemos a estos cinco tipos en la televisión –continúa el senador Graham—nos recuerda que el islam radical es nuestro enemigo y que los hemos soltado. Y estoy seguro de que van a regresar a matar estadounidenses, tan seguro como que estamos hablando de esto”.
“Creo que no fue muy inteligente y probablemente fue ilegal. Pero a lo menos, apesta desde lejos”, agregó Graham.
De la misma manera reaccionó el senador Marco Rubio en un artículo editorial publicado en el periódico USA Today. Rubio escribió que “el presidente ha elevado a este grupo terrorista a la posición que se da al ejército de un Estado, en efecto, legitimando al Talibán” y advierte que “estadounidenses inocentes van a pagar las consecuencias”.
Mientras tanto, la senadora Dianne Feinstein indicó que fue contactada por el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Tony Blinken, para disculparse por no informarle sobre la operación, en su calidad de presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado.
“Anoche recibí una llamada de la Casa Blanca de Tony Blinken para disculparse (...) y dijo que se trató de una omisión”, señaló la legisladora a reporteros, recordando su oposición y la de otros senadores a cualquier intercambio de talibanes de alto nivel.
El vocero presidencial Jay Carney reconoció esos contactos con miembros del Senado y otros líderes legislativos, pero insistió que el canje de prisioneros fue “enteramente apropiado”, a la vez que argumentó “circunstancias únicas” para no avisar de antemano al Congreso.
“Pasó por encima de un proceso donde la comunidad de inteligencia hubiera dado ideas, donde el Congreso hubiera hablado, porque quería el resultado… Quería que la semana pasada fuera una gran semana”, dijo al programa On the Record, de la cadena FOX.
El video publicado por el talibán este miércoles probablemente no va a ayudar a disminuir esa percepción.
Además de mostrar el momento de la entrega del sargento Bergdahl, también presenta la llegada a Qatar de los cinco talibanes entregados por Estados Unidos, quienes son recibidos con abrazos por sus simpatizantes.
“Cuando vemos a estos cinco tipos en la televisión –continúa el senador Graham—nos recuerda que el islam radical es nuestro enemigo y que los hemos soltado. Y estoy seguro de que van a regresar a matar estadounidenses, tan seguro como que estamos hablando de esto”.
“Creo que no fue muy inteligente y probablemente fue ilegal. Pero a lo menos, apesta desde lejos”, agregó Graham.
De la misma manera reaccionó el senador Marco Rubio en un artículo editorial publicado en el periódico USA Today. Rubio escribió que “el presidente ha elevado a este grupo terrorista a la posición que se da al ejército de un Estado, en efecto, legitimando al Talibán” y advierte que “estadounidenses inocentes van a pagar las consecuencias”.
Mientras tanto, la senadora Dianne Feinstein indicó que fue contactada por el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Tony Blinken, para disculparse por no informarle sobre la operación, en su calidad de presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado.
“Anoche recibí una llamada de la Casa Blanca de Tony Blinken para disculparse (...) y dijo que se trató de una omisión”, señaló la legisladora a reporteros, recordando su oposición y la de otros senadores a cualquier intercambio de talibanes de alto nivel.
El vocero presidencial Jay Carney reconoció esos contactos con miembros del Senado y otros líderes legislativos, pero insistió que el canje de prisioneros fue “enteramente apropiado”, a la vez que argumentó “circunstancias únicas” para no avisar de antemano al Congreso.