Aulas y pasillos desolados: la crisis económica ya se siente en las universidades venezolanas.
Estudiantes han desertado de los salones, unos por hambre o falta de dinero, otros para irse al exterior.
José Camposano de 21 años es estudiante en la principal universidad pública del país, la Central de Venezuela.
“A duras penas costeo mi alimentación y mi educación universitaria, pero porque mis padres están fuera del país y me ayudan”.
Your browser doesn’t support HTML5
A José le ha tocado de cerca vivir la deserción no solo de compañeros de carrera también de profesores, que huyen de la crisis.
“Es bastante notable la ausencia tanto de estudiantes como de profesores, de hecho, la mayoría de mis compañeros ha abandonado las aulas de clase por la crisis (…) se les hace muy difícil costear los gastosuniversitarios también de alimentación”, dice José Ángel Camposano.
“En este país se ha vuelto difícil estudiar” relata Verónica Dávila estudiante del tercer año de administración. “Sacar una fotocopia ya no es lo mismo que antes”, dice.
Culminar sus estudios y emigrar – hoy es su sueño. “Quisiera terminar, pero claro siempre existe la idea de irse del país, terminar e irte, eso es lo que quiero, terminar e irme”.
Your browser doesn’t support HTML5
Durante el primer trimestre del año 2018, en la Central de Venezuela (UCV) -la deserción fue de 30% en la población estudiantil y 40% en el sector docente, según datos de la Asociación de Profesores de la UCV.
Víctor Márquez es el presidente de la Asociación de Profesores de la UCV.
“Más de 30% del profesorado se ha ido retirando de la institución universitaria, también hay un alto porcentaje que oscila entre el 30% y 40% en algunas universidades de deserción estudiantil”.
Un profesor universitario a tiempo completo gana en promedio 4 millones de bolívares, (6 dólares al cambio en el mercado paralelo) salario con el que puede cubrir únicamente 5% de lo que cuesta la canasta alimentaria familiar. (Datos Cendas – marzo 2018)
“Un profesor universitario el que más gana no tiene para adquirir la canasta alimentaria”, dice Márquez.
Según el gobierno, 7,5% del Producto Interno Bruto de Venezuela se invierte en educación.