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Aunque la disputa judicial continúa, el cadáver embalsamado del ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, fue depositado en el cementerio Flagler Memorial Park, de Miami.
El ataúd, que recorrió un trayecto de unos 10 kilómetros escoltado por dos policías en motocicleta, llegó al cementerio sin que esta vez otros vehículos siguieran al automóvil fúnebre, aseguró la agencia de noticias AP.
Adentro del mausoleo que alberga un total de 3.900 criptas lo esperaban su compañera Cecilia Matos y sus dos hijas, Cecilia Victoria y María Francia Pérez Matos.
Su esposa legal Blanca Rodríguez de Pérez y tres de sus hijas llegaron posteriormente en dos limosinas negras, desobedeciendo la orden del juez que había determinado que los familiares debían estar en el cementerio antes de la llegada del féretro.
"Estoy feliz de que Dios nos dio el privilegio del entierro", expresó Cecilia Matos en una improvisada rueda de prensa frente a la entrada del cementerio, tras el entierro.
"Ahora podemos descansar de esta pesadilla", dijo refiriéndose al tiempo transcurrido desde la muerte de Pérez y el entierro.
Señaló que durante el entierro no quiso mirar a Rodríguez y reveló que escribirá un libro "sobre todo".
Rodríguez y sus hijas Marta, Sonia y Carolina se negaron a efectuar declaraciones a la prensa.
Pérez falleció el 25 de diciembre de 2010 en Miami, donde vivió desde principios de la década del 2000 junto a Matos. Tenía 88 años. Desde entonces y hasta este jueves, 30 de junio de 2011, permaneció congelado en una casa funeraria.
Pérez fue presidente de Venezuela entre 1974 y 1979. En 1989 asumió una segunda presidencia, pero debió retirarse anticipadamente debido a un escándalo de corrupción.
A finales del 2010, la justicia estadounidense aceptó un pedido de Rodríguez y frenó el entierro el mismo día en que iba a suceder.
Rodríguez busca su repatriación para que sea despedido en Venezuela con los honores de un ex presidente. Pero Matos y sus dos hijas aseguran que Pérez no quería volver a Venezuela ni vivo ni muerto mientras estuviera en el poder el presidente Hugo Chávez, uno de sus más acérrimos enemigos.
El juicio para determinar el lugar definitivo del entierro está previsto para agosto.