La administración Biden emitió una de las regulaciones climáticas más importantes en la historia de Estados Unidos. La regla está diseñada para garantizar que más del 50% de los nuevos automóviles y camionetas ligeras vendidos en Estados Unidos sean totalmente eléctricos o híbridos para 2032.
La norma limita progresivamente la cantidad de contaminación permitida por los tubos de escape, así que forzará la producción de más vehículos cero emisiones para respetar los estándares ambientales, transformando así el mercado automovilístico estadounidense.
En un comunicado, Joe Biden dijo que el plan llevará:
“Cientos de nuevas fábricas ampliadas en todo el país. Cientos de miles de millones en inversiones privadas y miles de empleos sindicales bien remunerados. Y cumpliremos mi objetivo para 2030 y avanzaremos en los años venideros.”
Los automóviles son la mayor fuente de emisiones de carbono en Estados Unidos: una contaminación que exacerba el cambio climático y que convirtió al 2023 en el año más caluroso de la historia. El presidente Biden apunta a los vehículos eléctricos para enfrentar el calentamiento global.
Al mismo tiempo, Biden busca aumentar la producción nacional de procesadores de computadoras y por eso logró un acuerdo con la empresa Intel para darle casi 20 mil millones de dólares y abrir así nuevas fábricas en cuatro estados, incluyendo Arizona.
Joe Biden, en Phoenix este miércoles dijo:
“Permitiremos que la fabricación avanzada de semiconductores regrese. Aquí en Estados Unidos después de 40 años. Va a transformar la industria de los semiconductores y creará ecosistemas completamente nuevos”.
El acuerdo pondría a Estados Unidos en condiciones de producir el 20% de los chips más avanzados del mundo para 2030. Chips que son clave, hoy día, para los avances en inteligencia artificial y sistemas militares.