Nosotros no mencionamos una notable fiesta de cumpleaños que se celebró el 11 de marzo.
"La abuela D" cumplió 99 años en el frío de New Hampshire el 24 de enero, pero una tormenta de nieve obligó a que la gran fiesta se aplazara. Tampoco pudo celebrarse en febrero, porque ella estaba en la soleada Arizona, escribiendo un libro! Cuando finalmente la celebración tuvo lugar en marzo en Nueva Hampshire, el gobernador y otros cientos de personas le cantaron "Feliz Cumpleaños".
"La abuela D" es Doris Haddock, y estás son sólo algunas de las cosas que ha hecho desde que cumplió los 89, hace 10 años:
Camina y esquía por todo el país, 16 kilómetros al día. La abuela D ha atravesado todos los Estados Unidos – con su artrítica espalda, enfisema y audífonos en ambos oídos- en nombre de una campaña que busca una reforma de las finanzas. Ella y las personas que caminan con ella usan botones que dicen: "¡Vamos abuela, vamos!"
El rumor se propagó que una anciana con sombrero de paja y pluma de pavo estaba en el camino, subiendo la colina. Simpatizantes animados le ofrecieron comida y refugio.
En un momento, el activista Dick Gregory caminó a su lado. “Usted está plantando una semilla para el cambio”, le dijo Gregory. "La semilla va a crecer y crecer, ¡tú sigue adelante, chica!"
Cuando "la abuela D" llegó finalmente a Washington, en su larga caminata desde el estadio de fútbol Rose Bowl en California, dio un breve discurso en el Monumento a Lincoln, instando a los estadounidenses a aprobar leyes que reduzcan la influencia de grandes sumas de dinero en campañas políticas. Bromeó que le gustaría hacer una competencia de cerdos en la calle K, donde los cerdos sean los grupos de presión (lobbyists) que mantienen sus oficinas en esta avenida.
Nunca es tarde para luchar por el cambio.
Luego, en 2004, realizó su propia campaña de bajo presupuesto en el Senado de los Estados Unidos, ganando la nominación Democrática, pero perdiendo las elecciones generales dos a uno al margen del Senador Judd Gregg de Nueva Hampshire.
Una vez la llamaron "niña de oficina”, luego cuando joven “diseñadora de zapatos”, hoy según sus amigos, Doris Haddock sigue siendo fuerte como una suela de buen zapato.