Los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) dieron por clausurada este sábado una reunión cumbre de dos días al final de los cuales quedó aprobada la Declaración de Caracas, que da nacimiento al nuevo organismo regional.
Encabezados por su anfitrión, el mandatario venezolano, Hugo Chávez, los presidentes de la CELAC acordaron el llamado Plan de Acción de Caracas. pero no pudieron concretar qué fórmula se aplicará para la toma de decisiones en el seno del nuevo organismo y decidieron seguir discutiendo si en definitiva será por mayoría de votos o por consenso.
El cónclave aprobó también un estatuto de procedimientos y una declaración especial sobre "la defensa de la democracia y el orden constitucional" que daría autoridad a los estados miembros a actuar en caso de ruptura democrática en cualquier país de la región, por si se repite lo sucedido en junio de 2009 en Honduras con la deposición del presidente Manuel Zelaya.
El segundo y último día de sesiones de la reunión transcurrió sin la presencia de las presidentas de Argentina, Cristina Fernández, y de Brasil, Dilma Rousseff, quienes regresaron a sus respectivos países antes de la jornada de clausura.
Chávez, quien aprovechó el cónclave para reiterar que se ha recuperado del cáncer, se ufanó de que los países de la región hayan fundado un cuerpo hemisférico sin la presencia de Estados Unidos y declaró que sin querer exagerar consideraba este día como “histórico”.
El presidente venezolano entregó luego la presidencia pro tempore de la CELAC a Sebastián Piñera, mandatario de Chile, país que será sede en 2012 de la próxima cumbre del organismo. Piñera dijo que en materia de integración los países del área han “hablado mucho pero no logrado lo suficiente".
Chile, Venezuela y Cuba, que a su vez será sede de la cumbre del CELAC en 2013, integran la troika que seguirá trabajando para perfilar los objetivos del organismo, que por el momento se vislumbra más como un foro de concertación para promover la integración y la cooperación regional que como el bloque político que Chávez hubiese querido enfrentar a Estados Unidos.
Durante la cumbre, Panamá propuso servir de sede a la eventual secretaría permanente de la CELAC, decisión que también quedó pendiente, y por ahora el organismo sólo tendrá una cumbre de presidentes, una reunión de cancilleres, y además de la troika reuniones especializadas.
La reunión también aprobó una veintena de acuerdos en materias tan disímiles como la reclamada soberanía argentina sobre las islas Malvinas, el embargo estadounidense a Cuba, y el apoyo al cultivo y uso tradicional de la hoja de coca, una permanente demanda del presidente boliviano, Evo Morales, quien aprovechó la cumbre además para reclamar una salida al mar para su país.