Un análisis del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), ha revelado que, en El Salvador, Guatemala y Honduras, cerca de 7.3 millones de personas se encuentran en crisis o emergencia de inseguridad alimentaria.
Solo en Honduras se identificaron 2 millones 900 mil personas en emergencia alimentaria y, según proyecciones, a septiembre de 2021, los afectados podrían llegar a 3 millones 300 mil.
El documento denominado Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) apunta que la situación se agravó debido al paso de las tormentas tropicales Eta e Iota, lo que causa preocupación entre los productores agrícolas.
Rafael Alegría, dirigente campesino hondureño explica que de acuerdo a sus “registros ya lo veíamos venir la pérdida de la producción estaría generando desempleo y migración y por ende no pueden recuperar las grandes pérdidas de la noche a la mañana”.
También lea ONU preocupada por impacto de Iota en CentroaméricaEl informe también contextualiza a países como Guatemala y estima que 3 millones 700 mil personas, el 23 % de la población, se encuentran en crisis alimentaria, mientras en El Salvador, un 10 % de la población requiere acciones urgentes.
“Quien puede revertir esto es el estado, usando sistemas de comercialización para acercar al productor y consumidor que ayude a levantar la economía”, afirmó el exsecretario de economía de Honduras, Fernando García.
En el caso de El Salvador, en el lapso comprendido entre noviembre 2020 a febrero de 2021, 684.000 personas (10 % de la población analizada) se encuentran en crisis alimentaria o peor (Fase 3 o peor de la CIF) y por tanto requieren acciones urgentes. De estas personas, 589.000 se encuentran en Crisis (Fase 3 de la CIF) y 95.000 en Emergencia (Fase 4 de la CIF).
De junio a agosto de 2021, se estima que 1.04 millones estarán en crisis o emergencia de inseguridad alimentaria aguda.
Según el secretario general del SICA, Vinicio Cerezo, “para superar los retos en los próximos años es clave apoyar de forma estratégica, sistemática y focalizada a los pequeños y medianos productores agrícolas y de la pesca de la región; para que Centroamérica se consolide como una importante región productora de alimentos de forma sostenible”.
El Informe sobre Crisis Alimentaria, en su reciente versión, advierte que los países del Triángulo Norte registrarán un incremento de la inseguridad alimentaria, al tiempo que enfrentan la pandemia como la del COVID-19.
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