El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a invertir 4.000 millones de dólares en Centroamérica en esta legislatura para hacer frente a los problemas que persisten en esa región del continente.
Fuentes del actual gobierno aseguran que lo que pretende la nueva administración estadounidense es forjar políticas duraderas para que los centroamericanos “no se vean obligados a emigrar a Estados Unidos y correr riesgos en su travesía”, tal y como comentaba el senador Bob Menéndez, que lidera el proyecto de reforma migratoria que quiere poner en marcha la Casa Blanca.
Por eso, varios expertos latinoamericanos abordaron este miércoles los retos del gobierno de Biden para impulsar políticas económicas y de seguridad a largo plazo en Centroamérica.
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Michael Shifter, el presidente de Diálogo Interamericano, la institución que organizó este encuentro de forma virtual, señaló que el diseño de un “plan conjunto” para controlar el narcotráfico en esa zona del continente “ha fallado” sistemáticamente, lo que pone en evidencia los serios problemas de seguridad que representa para el resto del hemisferio occidental.
Además de eso, “los desastres naturales, el crimen organizado y la corrupción” son otros de los temas “que más afectan a la región”, según declaró durante su intervención.
Cooperación en la región
Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica, defendió que el éxito de las políticas de Joe Biden se materializará a partir de la cooperación con otros países del continente que fomenten políticas similares a las de Estados Unidos.
Según ella, los diferentes organismos e instituciones deben mantener “un diálogo” fructífero y a largo plazo con otros actores civiles que puedan ayudar a buscar una solución factible a la grave problemática que hay en países como Nicaragua, Honduras o El Salvador.
“La nueva administración tiene que impulsar el diálogo con personas civiles que no tienen un papel político”, agregó al respecto.
Grave crisis económica
Por su parte, Manuel Orozco, director del programa de refugiados y migrantes de Creative Associates International, lamentó el preocupante escenario económico que deberán afrontar los países centroamericanos, una situación que se ha visto agravada con el acecho de la pandemia y la falta de medidas efectivas para reducir la cifra de contagios.
“Se ha perdido una cuarta parte de los ingresos anuales y las operaciones de remesas han descendido un cinco por ciento”, alertó Orozco, que también participó en esa mesa redonda virtual.
Los casos de corrupción también tuvieron un apartado especial durante el debate ya que muchos coincidieron al afirmar que ese es uno de los principales problemas en Centroamérica que impide que la región pueda avanzar. “La corrupción se ha aplicado en muchos frentes y es el problema más complicado al que Centroamérica se enfrenta”, expresó Eduardo Stein, que fue vicepresidente de Guatemala entre 2004 y 2008.
Sobre eso, hizo un énfasis especial a los “cárteles de la droga” que en los últimos años se han diversificado “no solamente a través del narcotráfico” y que han sido capaces de crear “redes transfronterizas” que les han permitido operar más allá de la región y aumentar su capacidad de movimiento.
Ante eso, advirtió que los gobiernos “autoritarios” no ayudan en absoluto a frenar la crisis de seguridad porque, según él, en muchas ocasiones los narcotraficantes operan con el beneplácito del autoritarismo. “El autoritarismo no ha hecho nada por controlar las redes de narcotráfico”, dijo Stein.
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Más políticas educativas
Por último, María Eugenia Brizuela de Ávila, excanciller del gobierno de El Salvador, puntualizó que el plan conjunto que quiere liderar Joe Biden tiene que prestar atención a la educación, un elemento que, a su juicio, será el eje vertebrador para conseguir el éxito.
“Se ha de impulsar un mejor sistema de educación, se ha de fomentar la innovación y la creación de nuevas empresas, y así lograr mayores inversiones”, expuso.