Las autoridades costarricenses elevan de nuevo las medidas para tratar de bajar el número de contagios y muertes por la COVID-19.
"Esta será la primera vez, que como lo hemos anticipado antes, por el número de casos iremos hacia atrás con medidas antes adoptadas, como más restricciones", explicó el presidente del país, Carlos Alvarado, tras anunciar la entrada en vigor de una serie de medidas el pasado 3 de julio.
Estas nuevas medidas implican una restricción vehicular nocturna para casi todo el país de 7:00 p.m. a 5:00 a.m., con excepción de las zonas fronterizas, donde esa regulación al transporte rige de 5:00 p.m. a 5:00 a.m.
Igualmente se exigirá el uso de mascarillas para las personas que tengan que asistir a supermercados y tiendas. Estas medidas se extenderán hasta el 13 de julio.
El anuncio se da en momentos que Costa Rica registraba tan solo hasta este 5 de julio el número más alto de enfermos con el virus - un total 375 pacientes - y después de que en la semana seis mujeres y un joven murieran por COVID-19, con lo cual se elevó el número total a 18 fallecimientos por el virus en la nación centroamericana.
“Las medidas regirán al menos por una semana, los cierres no serán en todo el país, pero claramente afectarán el área metropolitana. Lamentablemente las acciones que hemos adoptado para avanzar en fases de apertura se han interpretado por algunas personas como apertura social, lo que hoy nos produce este aumento. Insistimos, todas y todos podemos hacer la diferencia en el futuro de Costa Rica”, sentenció el ministro de Salud, Daniel Salas.
El anuncio del jefe de salud se dio un día antes de que él mismo confirmara que ya existía la transmisión comunitaria en el Gran Área Metropolitana (GAM) de Costa Rica, donde se ubica más del 50% de la población del país, e incluye su capital, San José.
Salas precisó que, en la última semana epidemiológica (del 28 de junio al 2 de julio) hubo un 65% de casos positivos pendientes de investigación, por lo que, siguiendo los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud se determinó la existencia de la transmisión comunitaria en la GAM, dado el gran número de casos que no se ha podido ligar sus cadenas de transmisión.
“El llamado a la población es permanente pero ahora de forma más urgente, la declaratoria precautoria de transmisión comunitaria debe servir para que la ciudadanía que habita el GAM entienda que el riesgo de contagio está más presente hoy que nunca”, aseguró el ministro de salud costarricense.
A esta situación se suma el hecho de que ha subido a 52 el número de internados en el Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (CEACO), un centro médico que tiene una capacidad de 88 camas, según el presidente ejecutivo de la estatal Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya.
Este aumento de decesos y contagiados de COVID-19 en Costa Rica se da casi mes y medio mes después de que el país iniciara la flexibilización de medidas para la reactivación de actividades.
La situación también ha provocado cambios en el funcionamiento del aparato estatal costarricense. De hecho, la ministra de Planificación Nacional, Pilar Garrido indicó que se deberá mantener con el plan básico de funcionamiento en todas las instituciones públicas, con medidas de teletrabajo, y todos los servidores que superen los 65 años o cuenten con factores de riesgo, se les deberá garantizar el trabajo a distancia.
"Se está aplicando el modelo de martillo y danza. Algunos cantones deberán retroceder y otros se mantienen en apertura. Lo más importante es aplicar una vigilancia estricta de los protocolos para proteger la salud de las personas y la salud de la economía", indicó Garrido
El martillo y la danza para combatir COVID-19
El modelo al cual hace alusión la ministra de Planificación es uno con el que el gobierno costarricense busca reducir la curva de contagios del COVID-19 en pocas semanas. Fue originalmente planteado por el ingeniero industrial español Tomás Pueyo, en un artículo de Medium.
"Costa Rica martillea en las zonas naranjas y rojas (zonas más afectadas por el virus) permitiendo que solo se abran servicios muy básicos y por otro lado hace la danza en las zonas menos afectadas por la pandemia reactivando los negocios con aperturas graduales", explicó el especialista en Finanzas Internacionales, Daniel Suchar.
Para Suchar esta estrategia, que fue usada en Wuhan, China, permite aislar a un individuo o grupo sin tener que sacrificar la actividad económica de una comunidad o del país, en momentos que se busca dinamizar este sector que ha sufrido los efectos de la pandemia en todas partes del mundo.