El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido a impulsar una reforma migratoria en esta legislatura y quiere presentarla en los primeros cien días de su gobierno. Su objetivo: legalizar a los once millones de indocumentados que viven en el país.
Uno de los aspectos que contempla este proyecto de ley tiene que ver con los países centroamericanos, donde muchos de sus nacionales se han visto obligados a emigrar hacia Estados Unidos huyendo de la inseguridad y las amenazas de las pandillas.
El senador demócrata Bob Menéndez, que está liderando la elaboración del proyecto migratorio, ha dado a conocer algunos aspectos de este texto que atienden a las necesidades de la población centroamericana.
El mismo plan que impulsó Biden cuando era vicepresidente
En una conferencia de prensa, el legislador cubanoamericano señaló que la propuesta incluye el proyecto que hace más de cuatro años impulsó Joe Biden cuando era vicepresidente en el gobierno de Barack Obama. Ese plan contemplaba una ayuda a Centroamérica para “confrontar a las maras, a los narcotraficantes, y ayudar económicamente a las instituciones y a los ciudadanos”.
“Es el mismo tipo de esfuerzo que se está ofreciendo en esta ley porque reconocemos que hay razones para que haya personas que huyan de su país”, señaló Menéndez en alusión a la inseguridad que hay en algunas naciones de la región centroamericana.
La presión de las maras entre los más pequeños para captarlos para las pandillas o los casos de violación a adolescentes que se dan sistemáticamente son razones para que, a juicio de Menéndez, estás personas se vean obligadas a dejar el país en el que nacieron.
“Huyen tratando de conseguir libertad y evitar todos esos hechos. Entendemos que hay causas y que nosotros debemos de acabar con eso, y esta ley ayudará en todas esas cosas”, prometió el senador que, en otra ocasión, ha recordado que las personas que se ven obligadas a huir de sus países “no lo hacen por gusto”.
Con todo, Menéndez confía en que las políticas de la nueva administración estadounidense puedan servir para “mejorar los gobiernos democráticos, para luchar contra la corrupción, suavizar los niveles de pobreza y acabar con el tráfico humano y sexual”.
“Reconocemos que hay razones para que haya personas que huyan de su país”, afirmó recientemente el senado demócrata, Bob Menéndez.
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Centros de Procesamiento para Refugiados
La reforma también establecería Centros de Procesamientos para Refugiados en los países de Centroamérica e instauraría de nuevo el Programa para Menores Centroamericanos, que impulsó Barack Obama en 2014. Esta medida permitía que los padres pudiesen presentar en una corte de Estados Unidos una petición de refugio para los menores residentes en el Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras).
“Así que los jóvenes que estén amenazados podrán solicitar asilo en el extranjero en vez de hacer una peligrosa travesía a Estados Unidos”, comentó.
Para aquellos que decidan migrar a Estados Unidos, Menéndez prometió que la reforma incluiría un entrenamiento a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) para asegurar unos “mínimos estándares” para tratar a los menores que estén bajo su custodia.
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