El presidente de El Salvador Nayib Bukele hizo publica, este martes, su preocupación ante la posibilidad de que el país no cumpla con los requisitos de la Cuenta del Reto del Milenio, o FOMILENIO II. El anuncio llega luego de que los responsables de la iniciativa también publicaran un comunicado de prensa expresando esa misma preocupación y en la que se habla de suspensión de proyectos.
En la nota de prensa FOMILENIO II apunta que el país centroamericano enfrenta una suspensión de siete proyectos que, se están desarrollando en todo el país con dichos fondos, debido a la incertidumbre sobre el pago de 50 millones de dólares que El Salvador debe adjudicar para cumplir con los compromisos adquiridos.
El documento señala que el lunes 30 de noviembre recibió correspondencia proveniente del ministerio de Hacienda en la que se le informó, que los recursos “no están disponibles debido a que previamente fueron aprobados para otros destinos“ debido a la reforma del decreto original.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, citado en una nota de prensa publicada en el portal de presidencia, afirmó que los diputados de la Asamblea habían mentido a la Cuenta del Milenio.
“Ellos [los diputados] lo que hicieron fue mentirle a FOMILENIO II, porque este fue un invento de ellos de última hora”, dijo el titular haciendo referencia a dos reformas acometidas en el Parlamento para reorientar esa partida de 50 millones de dólares hacia el FOMILENIO II, a través de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De acuerdo con el ministro, esos fondos del BID ya habían sido asignados a un fideicomiso destinado a apoyar a micro y pequeñas empresas afectadas por la pandemia.
Por su parte el presidente Bukele reaccionó en su cuenta de Twitter alegando que es un “bloqueo”.
Según la corporación, los proyectos afectados con la suspensión son el periférico Claudia Lars, los recintos fronterizos El Amatillo, Angiatú, el sistema de riego El Paisnal y el centro escolar San Antonio. Su reactivación dependerá de si antes del 7 de diciembre se asignan los fondos correspondientes.
“De lo contrario las consecuencias serían desastrosas, ya que el país fallaría en aportar el financiamiento oportuno tanto para honrar los compromisos adquiridos contractualmente como para cumplir las obligaciones comprendidas en el convenio”, apuntó FOMILENIO II.