Honduras inició el lunes un proceso gradual de reapertura de su economía tras casi tres meses de paralización por la pandemia del coronavirus, urgida por la pérdida masiva de empleos y pese a la amenaza de colapso de los hospitales por la emergencia.
Con una tasa de pobreza del 62%, la nación centroamericana impuso a mediados de marzo un toque de queda y cerró comercios, industrias, oficinas públicas y centro educativos por el virus, del que hasta ahora se han contagiado 6.327 ciudadanos y que se relaciona con la muerte de 258.
"La economía no podía permanecer más tiempo cerrada, se han perdido miles de empleos y miles de empresas se han cerrado", dijo el lunes el presidente Juan Orlando Hernández en televisión al explicar un Plan de Reapertura Inteligente que mantendrá el toque de queda entre las 5 de la tarde y las 7 de la mañana.
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Según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), en la cuarentena se han destruido o suspendido 500.000 empleos. El Banco Central de Honduras (BCH) prevé que la economía sufra en 2020 un retroceso de entre 2.9% y 3.9% tras crecer un 2.7% en 2019.
El plan de reactivación incorporará inicialmente al 20% de la fuerza laboral en la capital, Tegucigalpa, y en el norteño departamento Cortés, regiones comerciales e industriales que concentran buena parte de las infecciones. En zonas de contagio medio y bajo la reinserción al trabajo será al principio de entre un 40% y un 60%.
La población podrá salir a las calles a realizar compras un día a la semana en función del último dígito de su documento de identidad, pero no podrán usar transporte público y permanecerán cerradas las escuelas y universidades, centros comerciales y de convenciones, bares, cines, gimnasios, teatros, recintos deportivos y aeropuertos.
"Vamos a abrir la economía en un mal momento cuando los hospitales están camino al colapso por el coronavirus", dijo a Reuters el presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Carlos Umaña, mientras el Gobierno explicó que si hay un rebrote se parará la reapertura.
El Instituto Nacional Cardio Pulmonar, un hospital de referencia para la atención casos de COVID-19 en Tegucigalpa, está al 94% de su capacidad y el Hospital Escuela Universitario, de especialidades, tuvo que habilitar una carpa para atender a contagiados al ver desbordadas sus instalaciones.